El Gobierno nacional tiene la expectativa, para julio o agosto, de reducir a un dígito la inflación. Para Alejandro el problema es que en el mes de marzo ya se están observando complicaciones. “Tenemos un inicio de clases que impacta en todo el país de manera muy fuerte, que impactó en el NEA en febrero y seguirá haciéndolo en marzo. El cambio de temporada, que también te lleva para arriba los precios, por ejemplo, el calzado, tarifas que todavía están ajustándose. Aquí, en la región del NEA, fue 10,9, particularmente el índice fue mucho más bajo que el nacional pero hay que tener en cuenta que no impactó todavía lo que va a ser el incremento en transporte público, que lo vamos a ver dentro de unos días", sostuvo.
El consultor también habló sobre el impacto de las tarifas de energía eléctrica: "hay varios aspectos que todavía están en materia de resolución y que eso hace pensar de que esa baja en las tasas de crecimiento de inflación de los últimos dos meses, aún siendo alta, digamos, no sea un proceso todavía del todo sostenido y que podamos creer que es una tendencia irreversible".
Sobre la estrategia de la gestión de Javier Milei, Pegoraro dijo que lo que hace es "enfriar la economía", osea, libera los precios regulados y va a llegar a un punto de equilibrio en algún momento del año y, sumado al enfriamiento de la economía, muchos precios pueden ir para atrás. Sin embargo advirtió que no será para que sean "más baratos".
Para el consultor, el problema de fondo es el costo que esto conlleva, un costo social que es importante, porque se va a enfriar la economía y con esto, la actividad laboral va a decaer aumentando el desempleo, la licuación de los pesos, y un menor consumo. Según el plan económico que el gobierno está aplicando la inflación va a bajar a un dígito, sin duda, antes del fin de año, pero con un costo social muy alto, afirmó Pegoraro.
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