Lo que hace únicas a estas plantas no es solo su escala, sino su modelo de desarrollo: producen energía utilizando residuos forestales como aserrín, ramas, corteza y raleo. Así, transforman el descarte en electricidad limpia, al mismo tiempo que aportan una solución concreta para una de las grandes deudas del sector forestal: cómo valorizar el 50% de la materia prima que no se aprovecha en la industria.
Insud, el grupo liderado por Hugo Sigman, es el impulsor de este ecosistema productivo que apuesta fuerte por la economía circular, la innovación tecnológica y el impacto regional positivo. San Alonso no solo abastece al sistema energético nacional, sino que también mejora la competitividad industrial al asegurar mayor disponibilidad de energía en la zona.
Esta movida no es aislada. Gobernador Virasoro ya había llamado la atención del sector con la apertura de ACON Timber, el aserradero más grande del país, y hogar de firmas clave como Forestal Las Marías y Tapebicuá. El crecimiento es tal que la ciudad vive una transformación logística constante, con galpones repletos de materia prima y una entrada y salida permanente de camiones.
En paralelo, Pomera Maderas, parte del grupo, gestiona 32.000 hectáreas de forestaciones de pino y eucalipto en Corrientes y Misiones, incluyendo viveros y producción de postes para electricidad. Incluso sus pinares ya alcanzan los límites urbanos de Posadas, mostrando cómo el crecimiento forestal y urbano empiezan a entrelazarse.
Con este tipo de iniciativas, se redefine el futuro energético del país desde el corazón del Litoral. Una combinación de eficiencia, sustentabilidad y visión empresarial que demuestra que los negocios del futuro pueden (y deben) tener raíces locales.
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