En un documento original la FEC había señalado que ante “medidas extremas”, como la paralización casi total de la economía, se requiere de un mayor acompañamiento del gobierno. Revisando esta premisa y con la tercera etapa del aislamiento social preventivo y obligatorio oficializada, desde la cámara señalaron que era necesario considerar cómo “la actividad privada soportaría todo el peso de esta decisión”, para lo cual, recomendaban medidas “económicas extremas”.
“Las pymes, que son las que sostienen más del 70 por ciento del empleo, fueron obligadas a cerrar. No se hicieron cierres porque quisimos sino porque fue una imposición, que acompañamos por motivos de salud, pero aún no sabemos cómo se va a compensar este cierre”, expresó el presidente de la FEC.
“Tenemos más de tres meses por delante para comenzar a normalizar”, señaló e indicó que se considera extender la cuarentena más allá de la fecha tope de la tercera etapa. Esto porque se calcula que el pico de contagios de coronavirus se prevé para mayo en Argentina, en el mejor de los escenarios.
Para la cámara las medidas nacionales hasta el momento serían insuficientes. Entre ellas, créditos de bancos privados a tasa del 24 por ciento para el pago de sueldos. “Es una pérdida porque no hay actividad”, señaló. A lo que se suman los servicios que deben afrontar, especialmente las pymes, como alquiler y otros servicios, como la electricidad.
No obstante, en este contexto la prioridad de la mayoría de las pymes será la del pago de salarios. Hacia este objetivo apuntarán algunas de las medidas que anunció Nación el viernes santo. Parte de la política de auxilio provendría de los ya mencionados créditos blandos con tasa al 24 por ciento. Se inscribieron unas 100.000 pequeñas y medianas empresas que obtuvieron la garantía del Estado nacional para solicitar ante las entidades bancarias.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández ratificó que no prepara un paquete impositivo que implique la baja de impuestos porque la recaudación se viene en picada. Esto también golpearía las cajas provinciales que prestan servicios esenciales como salud y educación.
Las medidas que solicitan desde FEC se orientan hacia la macroeconomía, por lo tanto, apuntan hacia Nación. Consultada la cámara sobre medidas locales, su presidente expresó que mantienen un diálogo permanente.
“Existe afinidad con el Gobierno Provincial sobre la manera en que se ha venido trabajando en la generación de riqueza y en la producción, no generando déficit fiscal, teniendo una de las presiones tributarias más bajas, con la creación del Fondo de Desarrollo Rural, independiente de Rentas”, manifestó Filigoi.
En el marco de una mesa económica, la cámara empresarial solicitó días atrás a la Provincia la incorporación de actividades que puedan desarrollarse en la tercera etapa del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Entre las industriales se puede mencionar a la textil. “Corrientes es la segunda provincia del país con mayor capacidad instalada”, indicó Filigoi. Una de las preocupaciones se vinculaba a que se trata de una industria no integrada.
La materia prima, el algodón, se transporta desde Chaco, por lo cual, se requiere sostener una logística especial. No obstante, sostiene empleos y desde la Provincia habilitaron su puesta en marcha, con el cumplimiento de las correspondientes normativas de seguridad y sanitarias, para la confección industrial de barbijos y demás elementos que se destinarán al sistema sanitario.
Otra de las actividades solicitadas por el sector y habilitadas para la tercera etapa es la ampliación de la industria forestal. Esta se desarrollaba para la construcción de pallets, relacionada al transporte de alimentos. También se solicitó para el comercio, pero no todas las áreas fueron habilitadas.
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