La elección de Carlos Pellegrini pone en evidencia la evolución del turismo rural como herramienta de desarrollo. En un contexto donde los viajeros buscan experiencias auténticas, contacto con la naturaleza y propuestas sustentables, las comunidades que logran posicionarse internacionalmente aumentan significativamente su visibilidad, lo que repercute directamente en el flujo turístico, la creación de empleo y el crecimiento de negocios ligados a la cadena de valor turística.
La distinción del programa Best Tourism Villages no es menor: evalúa aspectos clave como la conservación del patrimonio, la integración comunitaria y la sostenibilidad ambiental y económica. Para los empresarios del sector turístico y de servicios, esta selección representa una oportunidad concreta para identificar destinos con alto potencial de crecimiento, en un entorno donde las grandes ciudades tienden a la saturación y los entornos rurales bien gestionados ganan protagonismo.
Carlos Pellegrini competirá junto a otras siete localidades argentinas (como Maimará, Seclantás o Uspallata) en una instancia que se definirá en octubre, cuando ONU Turismo anuncie los pueblos destacados a nivel global. Este tipo de nominaciones suelen impulsar proyectos de inversión pública y privada, mejorar la infraestructura local y atraer a operadores turísticos nacionales e internacionales en busca de nuevos destinos para el viajero moderno.
Además del posicionamiento de marca país, el impacto local puede ser significativo. En ediciones anteriores, pueblos argentinos distinguidos reportaron un aumento de visitantes, mayor interés de emprendedores turísticos y acceso a financiamiento para iniciativas de desarrollo. Para Carlos Pellegrini, esto podría traducirse en un crecimiento sostenido del turismo de naturaleza, el fortalecimiento de la oferta de servicios y la generación de oportunidades para jóvenes y pequeños empresarios locales.
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