Esta planta industrial de energía, es la más grande del país. No cuenta con madera propia, sino que compra toda su materia prima, incluso a aserraderos y productores del sur de Misiones. La planta consume 60 toneladas hora de biomasa. Cada tonelada de biomasa tiene un costo de 24 dólares. La biomasa llega a la planta ya como chips o como rollos, y allí se realiza un proceso de preparación de la biomasa para que sea combustible.
Fuentes Renovables de Energía S.A. (Fresa), nació con la idea de aprovechar los residuos forestales de los aserraderos correntinos. Residuos que se acumulaban en los establecimientos y que eran desaprovechados, además de representar un enorme riesgo en los meses de mucho calor.
El proceso de producción está diseñado para aprovechar cada metro cúbico de madera que entra a la planta. Primero en un inmenso playón, donde se hace una selección y estacionamiento natural y después en un silo que es el paso previo a la entrada a la caldera. La madera que entra allí tiene un máximo de 52 por ciento de humedad y hay una reserva de cuatro días de funcionamiento constante.
Está inversión de capitales 100% argentinos supera los 100 millones de dólares y generará más de 160 puestos directos de trabajo una vez concluida la segunda central.
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