La falta de lluvias de esta temporada está repercutiendo de manera negativa en la actividad arrocera de la provincia de Corrientes. Con las represas destinadas al riego del cultivo en la mitad de su capacidad, se estima una reducción de alrededor del 10% en la superficie destinada al arroz, lo que transformaría a la campaña 2022/23 en una de las de menor producción de la última década.
En el inicio de la campaña arrocera 2022/23, en plena siembra, los productores del cultivo en Corrientes se encuentran ante la incertidumbre de la falta de agua, un recurso vital para encarar la temporada. Los trabajos de siembra comenzaron en el mes de septiembre, y en algunos campos continúan por estos días. Incluso, algunos productores han dejado algunos lotes sin sembrar, esperando algunas lluvias en octubre y noviembre.
Según las estimaciones de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (Acpa), la intención de siembra en Corrientes cayó a unas 85.000 hectáreas. Un 15% menos de lo que se tenía previsto antes del inicio de la campaña, y lo que podría ser una de las campañas arroceras con menor superficie de los últimos años.
Si bien las lluvias aliviaron la situación la semana pasada, con registros de entre 30 y 40 milímetros en la zona productora, esta precipitación sirvió, más que nada, para permitir los nacimientos del arroz en los lotes sembrados. Una lluvia que llegó en un momento justo, pero que no fue suficiente para llenar las represas.
En cuanto a la producción de los lotes que se siembren, la misma quedará supeditada también a las condiciones climáticas. Por un lado, los pronósticos hablan de un verano con lluvias por debajo de los niveles normales. Esta falta de precipitaciones podría repercutir también en los rendimientos de las plantaciones, una situación que se dio en la última campaña arrocera en la provincia.
La campaña arrocera 2022/23 se da en un contexto internacional favorable en precios. Según se estima desde el sector, el producto podría tener una mejora de precios internacionales a partir de algunas variables.
Cabe señalar en este aspecto, que dos terceras partes de la producción arrocera argentina se exportan a distintos países, y el mercado interno consume sólo el tercio restante.
Asimismo, los analistas internacionales hablan de una sequía muy importante en Europa y en algunas zonas de Medio Oriente, lo cual va a generar una disminución en la oferta y un aumento de precios internacionales para el grano.
Actualmente, el principal mercado para el arroz correntino que se exporta se encuentra en Europa, desplazando a otros países y regiones que compraban históricamente el producto, como Brasil o América Central. A fuerza de una producción de calidad y sustentable, el arroz de Corrientes se posicionó en España y otros países del viejo continente.
El contexto macroeconómico de la Argentina también repercute en la producción arrocera y en la campaña 2022/23. Las limitaciones a las importaciones, impuestas por el Gobierno nacional, hacen que en el mercado estén faltando algunos insumos para encarar la producción.
Tu opinión enriquece este artículo: