Tras seleccionar y clasificar búfalas adecuadas para la producción lechera, Álvares logró escalar su actividad y ampliar su línea de productos. Actualmente elabora quesos de pasta hilada como burrata, stracciatella y boconchinos, además de yogur, dulce de leche y hasta un licor que captó la atención del público en ferias recientes.
Uno de los pilares de este crecimiento ha sido la capacitación constante en sanidad, manejo animal y elaboración de productos. Sin antecedentes familiares en el rubro, el equipo apostó por la formación e innovación como herramientas para sortear obstáculos técnicos y productivos.
El proyecto también tiene un impacto social relevante: ha generado empleo directo para personas de la zona y facilitado el regreso de trabajadores que estaban en otras provincias. Además, promueve una convivencia armónica con un animal poco tradicional, como el búfalo, que aunque intimidante, ha demostrado ser dócil y adaptable.
De cara al futuro, Álvares apuesta por seguir creciendo con tecnología aplicada y mejoras genéticas en los rodeos lecheros. Este 2025 es considerado por el equipo como un año piloto para seguir explorando el mercado y proyectar la consolidación del modelo a mayor escala.
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