El director de la consultora Politikón, Alejandro Pegoraro, analizó el impacto de las pequeñas y medianas empresas y de la obra pública en la economía real del Chaco, y sostuvo que ambos sectores constituyen pilares centrales de la política económica provincial, tanto por su incidencia en el empleo como por su efecto sobre la actividad productiva.
Pegoraro remarcó que las pymes ocupan un lugar estratégico en la estructura económica chaqueña. “Para una provincia como la nuestra son fundamentales por la presencia que tienen, especialmente las pymes, que concentran alrededor del 75% del empleo formal”, señaló.
Pymes, empleo y sensibilidad al ciclo económico
El economista explicó que el peso de las pymes no se limita al empleo directo, sino que configura un entramado productivo interdependiente, clave para la estabilidad social y laboral. “Cuando el ecosistema pyme se mueve, no se moviliza una sola empresa, sino muchas a la vez”, afirmó.
Esta lógica, advirtió, también las vuelve altamente sensibles a los vaivenes macroeconómicos, lo que plantea desafíos para el diseño de políticas públicas en contextos de ajuste o desaceleración.
Obra pública como herramienta de política económica
En cuanto a la obra pública, Pegoraro la definió como una herramienta clásica de política económica con fuerte impacto indirecto. Si bien aclaró que la construcción no es el sector con mayor empleo directo, destacó su capacidad para dinamizar múltiples actividades vinculadas. “La obra pública tracciona corralones, transporte, logística, comercio y servicios”, sostuvo.
En ese marco, advirtió que la paralización de proyectos de infraestructura genera un efecto contractivo transversal sobre la economía provincial. “Cuando se frena la obra pública, caen muchos rubros que están directamente asociados”, señaló.
Restricciones fiscales y margen de acción del Estado
Pegoraro diferenció entre las políticas de fomento a pymes y los programas de infraestructura, y puso el foco en las limitaciones financieras del Estado provincial. “El problema no es el diagnóstico, sino cómo se financia en un contexto de fuerte restricción de ingresos y con un gasto muy rígido”, explicó.
Asimismo, indicó que la alternativa del endeudamiento, utilizada por otras jurisdicciones, resulta más compleja para el Chaco, lo que reduce el margen de maniobra de la política económica provincial.
Crédito, consumo y respuestas coyunturales
El titular de Politikón también analizó el uso del crédito y de programas de estímulo al consumo impulsados desde el Estado, como promociones bancarias. Si bien reconoció su utilidad para sostener la actividad, advirtió que su impacto es coyuntural y de corto plazo.
“La banca pública cumple un rol relevante, pero está condicionada por el costo fiscal de los subsidios de tasas y por los niveles de morosidad”, explicó, remarcando las tensiones entre política económica y sostenibilidad fiscal.
Bonos y ordenamiento de las cuentas públicas
Finalmente, Pegoraro se refirió a los bonos de consolidación como instrumento de administración fiscal y aclaró que no implican nueva deuda financiera. “Se trata de ordenar la deuda flotante con proveedores”, señaló.
Si bien consideró que estas herramientas permiten descomprimir tensiones inmediatas y evitar conflictos judiciales, advirtió que no resuelven el problema estructural. “El desafío de fondo sigue siendo lograr una recomposición genuina y sostenida de los ingresos provinciales”, concluyó.
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