El programa contempla tres etapas clave: capacitación interna en buenas prácticas de inclusión, identificación de puestos y sectores viables, y diseño de entrenamientos laborales acompañados técnicamente. La propuesta se basa en el enfoque del modelo social de discapacidad, que considera que las barreras están en el entorno, no en la persona.
En este contexto, Arauco comenzó a revisar sus estructuras físicas, comunicacionales y organizacionales. La iniciativa incluye ajustes en infraestructura, formación específica para los equipos de recursos humanos y liderazgo, y adecuación de los procesos de selección y desarrollo profesional.
La compañía busca convertirse en una referencia regional de accesibilidad e inclusión en el ámbito empresarial. La incorporación de diversidad en los equipos de trabajo no solo responde a una responsabilidad social, sino que también fortalece la innovación, la cohesión interna y la competitividad.
Desde la empresa destacan que la inclusión laboral es un compromiso a largo plazo que requiere planificación, sensibilidad y voluntad de cambio. El paso que está dando Arauco podría marcar un precedente en el sector privado forestal e inspirar a otras empresas a seguir un camino similar hacia culturas organizacionales más inclusivas y sostenibles.