Este centro tecnológico, actualmente en sus etapas finales de construcción, busca transformar la forma en que los artesanos locales producen, comercializan y diseñan sus productos.
Alejandra Rumich, diseñadora industrial y especialista en mobiliario desde hace 25 años, contó en una entrevista exclusiva con el sitio Neahoy, cómo funcionará el proyecto Fablab.
A medida que se establecen las bases del Fablab, se busca modernizar la industria a la par de fomentar la participación activa de la población local. Este proyecto que se está desarrollando en la localidad de Pirané (conocida por su producción maderera y tradición carpintera) forma parte de un plan para desarrollar la industria de la madera, con el objetivo de incorporar tecnología a la producción y a los productos.
Alejandra explica que el Fablab se ha concebido como un espacio donde la tecnología no reemplaza, sino que complementa el trabajo artesanal. El componente más innovador del proyecto es la colaboración entre los artesanos y los diseñadores industriales, quienes trabajan en conjunto para desarrollar productos prototipo. Esta co-creación es clave, en donde los artesanos aportan su experiencia y conocimiento profundo de los materiales, mientras que los diseñadores industriales introducen conceptos de funcionalidad, diseño y optimización del proceso productivo.
Lo más interesante de esta colaboración es la combinación de todos los conocimientos de la tradición maderera con usos y diseños más contemporáneos. De esta manera, se busca que los productos lleguen a nuevos mercados nacionales e internacionales. Además, se busca una tercera pata y es que sean sostenibles: utilizando maderas certificadas que provienen de un manejo responsable y no de la deforestación.
Pero todo el proyecto Fablab no queda sólo en los productos. Uno de los objetivos principales es que los artesanos puedan comercializar directamente sus creaciones a través de una plataforma digital de uso fácil que se lanzará el próximo año.
La conectividad es uno de los elementos clave que permitirá a los artesanos de Formosa acceder a mercados que antes parecían inalcanzables. El uso de tecnologías como el comercio electrónico será crucial para que los productos artesanales puedan ser vendidos directamente desde la región. Esto no solo abrirá nuevas oportunidades de negocio, sino que también permitirá a los artesanos formar parte de un mercado global más competitivo.
El Fablab se especializará en 3 líneas de productos: mobiliario inteligente, juegos y juguetes y objetos para la gastronomía. En cuanto al mobiliario, se están desarrollando piezas de bajo volumen, diseñadas para adaptarse a los espacios modernos con materiales locales de buena calidad. Este mobiliario se caracteriza por tener un diseño más moderno, acorde a lo que busca la gente, y por la utilización de maderas nativas que provienen de un manejo forestal responsable.
En el caso de los juegos y juguetes, la categoría está inspirada en la exitosa experiencia de la Fedema (Feria Internacional del Mueble y la Madera de Formosa), que desde 2004 fomenta el diseño y la creatividad en el sector. Los juguetes que se están desarrollando buscan incorporar elementos electrónicos y de conectividad. Esto hace que aumente el valor del objeto y se amplíe su utilización.
Finalmente, los objetos para la gastronomía incluyen utensilios y muebles diseñados especialmente para la cocina, que combinan funcionalidad, diseño y sostenibilidad. Estos productos están siendo desarrollados por diseñadores industriales con una visión innovadora que busca satisfacer las nuevas demandas del mercado gastronómico que, como ya sabemos, avanza a grandes pasos.
La innovación tecnológica y la sostenibilidad son los 2 pilares que van a cambiar la forma en que se perciben las artesanías locales, tanto acá como en otros países. Rumich comenta que al integrar tecnologías avanzadas, como la maquinaria CNC y la automatización de procesos, se logrará una producción más eficiente, pero sin perder la calidad ni la esencia artesanal. Además, al adoptar prácticas sostenibles, como el uso de madera certificada y la reducción de residuos, se van a crear productos con un alto valor ético y ambiental.
La combinación de estas innovaciones tiene el potencial de transformar la imagen de la artesanía local, posicionándola como una opción moderna, responsable y de alta calidad.