El titular de la cartera productiva provincial participó en su rol de integrante de la Región NEA junto a sus pares de Chaco, Formosa, Misiones y Entre Ríos; al tiempo que también formaron parte los representantes de las otras cuatro comisiones regionales correspondientes al NOA, Centro, Cuyo y Patagonia. Junto a Basterra y su gabinete, también participaron los responsables del INTA, el Senasa, y la directora ejecutiva del CFA, Roxana Blasetti.
Tras su exposición, el titular de la cartera productiva realizó planteos puntuales por Corrientes como lo son la demora en la llegada de fondos para el sector tabacalero, centralizados en la Caja Verde y el FET (Fondo Especial del Tabaco). Junto a sus pares de Entre Ríos y Misiones, coincidieron en manifestar su preocupación por la situación del sector forestal, el más afectado por la pandemia en virtud de que no pudieron comercializar su producción para el rubro de la construcción.
También manifestaron su preocupación por los efectos que puede acarrear la bajante histórica del Río Paraná.
El ministro expuso la situación provincial de la producción primaria, centrándose en las seis las principales cadenas productivas que en “su mayoría pudieron continuar porque desde el principio estuvieron exceptuadas”; y también otras actividades esenciales como “la alimentación que tienen un impacto importante en nuestra provincia”. “El resto de las actividades primarias que tenemos fueron siendo habilitadas según las distintas decisiones, y estamos con todas prácticamente habilitadas, trabajando con bastante normalidad”, comentó.
Ganadería: es reconocida como “fundante” de la actividad agropecuaria de la provincia, ocupando prácticamente de 2/3 del territorio con 6 millones de hectáreas, un rodeo de casi 5 millones de cabezas, y con un producto bruto geográfico muy importante ya que “aporta el 50 % del valor bruto” de la provincia. Con este panorama, los principales desafíos que se tenían con la cuarentena eran 2.
En primer lugar, la meta fijada fue la de concluir con la primera vacunación anti aftosa 2020 iniciada el 16 de marzo, y que era “clave terminar con normalidad esa campaña en una provincia donde somos productores y criadores de terneros”.
El otro aspecto que preocupaba era mantener los despachos de hacienda, tanto para invernada como faena, dentro y fuera de la provincia, cosa que se logró sin mayores inconvenientes. Todo teniendo en cuenta que el movimiento anual ronda el millón y medio de cabezas por año, “el objetivo de mantener en movimiento la hacienda se está cumpliendo y prácticamente con normalidad”, aseveró el ministro.
Arroz: la actividad viene desarrollándose bien y en plena zafra, superándose ya el 90 % de la superficie cosechada, con buenos rendimientos y buena en calidad del grano en general. La cosecha, de aproximadamente 85.000 hectáreas, ya culminó en el Norte y está muy avanzada en el Centro-Sur y en la Costa del Paraná. “El arroz ha tenido una buena zafra, mejor en comparación del año anterior y con un mejor panorama de precios tanto en el mercado interno como internacional”, dijo el ministro.
Citrus: con 30.000 ha del cultivo en la provincia y con epicentro en las dos cuencas del Paraná y el Uruguay, ya ha comenzado la época de la zafra que se inició con la variedad temprana de mandarina, luego con la de naranja y en breve con la de limón. “La realidad es que hoy lo que está sosteniendo la actividad es la fruta fresca para el mercado interno, con muy buenos precios, y hasta piensan que la cuarentena los favoreció porque se consume más por las recomendaciones de adquirir la vitamina C”, reflexionó el ministro.
Horticultura: el sector terminó 2019 con una situación de emergencia agropecuaria por una secuencia de temporales a fines de diciembre, declarada rápidamente por parte del Gobierno Provincial para cuatro departamentos: Lavalle, Bella Vista, Santa Lucía y Goya. “Eso, demoró el inicio de la campaña por la reconstrucción de los tendaleros y la plantación de las distintas especies viene atrasada prácticamente un mes”, explicó.
Yerba mate y té: estos dos cultivos industriales que se desarrollan en la zona de la tierra colorada desarrollan “distintas situaciones”. En lo que hace al té, la cosecha ésta prácticamente terminando y continuó casi sin ser afectada, es de muy poca superficie, de 1.500 ha, es mecanizada, y sin lluvias que influyen mucho en su producción. “La producción estuvo en lo previsto, unas 2.000 tn de té seco, que en su mayor parte se vuelvan al mercado interno”, dijo.
El sector yerbatero, en tanto, con más de 21.000 ha cultivadas según los últimos datos del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate) y con más de 500 productores, es un actividad industrial que se desarrolla en seis instalaciones de secaderos activas y cuatro molinos
Forestal: se trata del sector más importante de la provincia y con mayor proyección, y que es “sin dudas es uno de los que ha sufrido con mayor impacto esta crisis, no solamente por el coronavirus, sino que ya venía golpeado”, dijo el ministro. La provincia ya superó las 500.000 ha de plantaciones, distribuidas en un 70 % de pino y 30 % de eucaliptus, con “unas enormes posibilidades de desarrollo de la industria”.
En Corrientes hoy se industrializa solo una cuarta parte, un 30 % de nuestra producción anual de madera, que está muy ligada al mercado interno y a la industria de la construcción”, y es hoy la actividad “que está en mayores problemas”. “Con la cuarentena se vio suspendida toda la actividad, y al paralizarse aserraderos también lo hizo toda la actividad primaria.
“La mayoría de las industrias están reactivadas, pero tienen un problema particularmente los que tienen demanda de la industria de la construcción que no la están teniendo, y padecen una importante ruptura en la cadena de pago, que con la falta de actividad bancaria se produjo una serie de cheques rechazados”, finalizó.