El evento fue presentado en conjunto por el Gobierno del Chaco, Fundación Rewilding Argentina y comunidades locales, que trabajan para posicionar el parque como un destino turístico de conservación y experiencias únicas.
El Impenetrable alberga una biodiversidad impresionante: bosques nativos, pastizales, lagunas y especies en peligro como el yaguareté, el tatú carreta y el tapir. Los visitantes pueden descubrir este santuario a través de circuitos como la Huella Impenetrable o el Sendero de la Selva, que combinan paisajes naturales y avistaje de fauna con refugios para pernoctar. Las experiencias están lideradas por emprendedores locales que aportan su conocimiento y cercanía al territorio.
Además del turismo de aventura, la cultura local se vive a través de la gastronomía y el arte: cocineras del monte ofrecen platos con ingredientes autóctonos como harina de algarroba o chañar, mientras artesanos comparten sus saberes ancestrales en talleres abiertos al público. Todo esto se desarrolla en entornos comunitarios, promoviendo la identidad local y el encuentro entre visitantes y pobladores.
Este año, se suma el nuevo “Refugio de Monte”, con dormis rústicos y confortables, pensados como opción intermedia entre el glamping y el camping. El parque también continúa con los proyectos de rewilding, una estrategia para restaurar ecosistemas mediante la reintroducción de especies clave como el yaguareté, la nutria gigante y la tortuga yabotí, que refuerzan el atractivo turístico del lugar.
El modelo que impulsa El Impenetrable combina conservación ambiental y desarrollo económico local. Cada visita apoya un círculo virtuoso: el turismo basado en la observación de fauna silvestre fortalece las economías de comunidades rurales, mejora su calidad de vida y promueve la protección del monte chaqueño, un ecosistema vital para la región y el planeta.