Así lo advirtió Alejandro Pegoraro, director de la consultora Politikón Chaco, quien analizó el escenario y sostiene que la cifra de abril es difícil de pensar para mayo, y puso el foco en las distorsiones estructurales del IPC: “Es un índice ponderado que subestima rubros clave para las familias del NEA, como los servicios públicos”.
Uno de los puntos más críticos que expuso Pegoraro es el peso real de los gastos básicos en la economía doméstica. “La categoría que incluye alquiler, luz y agua representa solo el 8% del índice en el NEA, cuando su impacto real es mucho mayor”, explicó.
Este desfasaje se debe a que las ponderaciones actuales se basan en una Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares de 2004, un contexto muy distinto al actual. “En ese entonces, internet era un lujo; hoy es un servicio básico. El Indec trabaja en una actualización, pero no cambiará la metodología, solo los ponderadores”, detalló.
En cuanto a las tarifas energéticas, Pegoraro fue contundente: “El aumento interanual ronda el 700%, aunque varía según el nivel de subsidio y consumo de cada hogar”. Aclaró que el último ajuste se debe al alza de los precios mayoristas de la energía, no a la estructura de costos de las distribuidoras.
También alertó sobre el impacto del llamado “descuento de verano”, que se aplicó en las facturas con vencimiento en mayo pero no se replicó en junio. “Esto genera una sensación de aumento más abrupto”, agregó.
Según datos del Indec, una familia tipo necesitó más de 1.100.000 pesos para no ser pobre en abril. Sin embargo, Pegoraro señaló que en el Chaco esa cifra es incluso mayor y que el salario promedio privado en el NEA todavía no llega al millón. Muchos hogares no recuperaron el segundo ingreso tras la pérdida de empleo desde diciembre de 2023.
Pese a una leve mejora del empleo que redujo la pobreza del 75% al 60% en el NEA, la situación sigue siendo crítica. “En el sur del país, el salario promedio supera en un 20% la canasta básica, y muchas familias viven con un solo ingreso. En el NEA eso está lejos de suceder, y los hogares además son más numerosos”, comparó.
El análisis de Politikón deja en evidencia que las cifras macroeconómicas (como la inflación mensual) deben ser interpretadas con una mirada regional y social. En el NEA, la combinación de servicios básicos caros, salarios estancados y metodologías desactualizadas pinta un panorama donde la mejora estadística aún no se traduce en una mejora efectiva en el bienestar de las familias.