Sandra Reduello era una aplicada estudiante de Sistemas. Sin embargo, a pesar de estar en sus últimos años, su afición por la repostería la llamaba. Al llevar un curso de decoración de tortas, se dio cuenta que tenía talento para este arte y fue así que dio el gran salto a este mundo del chocolate.
Sandra atendiendo a sus clientes
Su tienda ubicada casi en el cruce de Lavalle y Queirel, se posiciona como un ambiente acogedor, donde el olor a chocolate inunda los vitrales y nos recibe cuadras antes. Sandra atiende personalmente a sus clientes, brindándoles y aconsejándoles sobre cuál de los productos deberían adquirir, eso sí, siempre da énfasis en que aquí solo se vende chocolate.
Además, con 15 días previos, atiende eventos donde su mente creadora promueve nuevas opciones como los chocolates salados y los bombones de corte, nuevas alternativas que la empresaria está trayendo para seguir innovando en Baresa.
Y es que por un tema de educación, muchos misioneros aún no logran identificar cuando algo es realmente chocolate o baño de repostería. Comenta que este es todo un arte y por ello uno de sus objetivos es fomentar entre los habitantes de la tierra colorada una cultura chocolatera.
Los chocolates nunca pasarán de moda y es un arte que va más allá de los pimpollos y tabletas, Sandra ha reinventado este concepto y presenta diversas opciones para todos los gustos, así que si aún no sabes qué regalar en este Día del Amigo visita la siguiente fotogalería.
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