Guerrero relató la experiencia de algunos pasajeros y qué se siente volar en esa pequeña estructura de aluminio y la tela especial de sus alas. El requisito es uno solo: no pesar más de 105 kilogramos, ya que es el máximo que soportan las alas del delta. La duración es indistinta, cada uno puede elegir el tiempo que desee. El costo de los 10 minutos es de $ 4800.
La estructura está hecha de aluminio, cuenta con un motor de 50 HP y requiere de una altura mínima de 300 metros. “Sale con un impulso similar a un aeroplano -a un avión- y luego se puede elegir reducir la velocidad y planear”, señaló Edgardo. A su vez, relató “piensan que es inseguro, pero no; es una actividad apasionante: estar volando suspendido de un Ala Delta que está estructurada por aluminio y una tela especial que es para el ala”, y recordó, “lo primero que hacen los pasajeros es gritar", comentó en diálogo con radio Facundo Quiroga.
Los vuelos realizados hasta el momento suman más de 1700 y se puede elegir también por: Resistencia, Makallé o zonas aledañas. También hay tours y la opción de sobrevolar distintas localidades. Cabe recordar que allí se encuentran gran parte de los humedales chaqueños con su impactante verde.
La autonomía del motor es de entre 30 y 40 litros de nafta lo que se traduce, según explicó el piloto, en unas 2 horas de viaje. “Se puede ir a cualquier lugar lejos, siempre y cuando haya pista o chakras”. Aseguró a su vez que cuentan con todas las medidas de seguridad. “Es un vuelo: la seguridad se la brinda al pasajero”.
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