El productor y técnico apícola Diego Giménez (especialista en calidad de productos apícolas) presentó diez muestras de hidromiel, de las cuales la mitad fueron premiadas: una medalla de oro, dos de plata y dos de bronce en distintas categorías (seca, semiseca y dulce).
El diferencial, según explicó, está en el origen: “La miel chaqueña tiene un perfil sensorial único. Trabajo con materias primas de zonas como Palo Santo, Mistol, Algarrobo, Girasol, Quebracho Colorado y Palma. Todas las mieles fueron georreferenciadas y analizadas para validar su trazabilidad y origen”, detalló Giménez.
La hidromiel (una bebida alcohólica fermentada a base de miel) está ganando terreno en nichos gourmet y cerveceros, y comienza a perfilarse como una alternativa de alto valor dentro del mercado de bebidas artesanales. La performance de las muestras chaqueñas en esta competencia consolida a la provincia como proveedora de mieles de calidad premium, aptas para desarrollar productos innovadores con identidad regional.
Además de su perfil aromático y versatilidad, la miel chaqueña ofrece una ventaja estratégica: diversidad botánica y trazabilidad, dos factores crecientemente valorados en mercados diferenciados.
El caso de Diego Giménez muestra cómo un recurso tradicional como la miel puede escalar en la cadena de valor mediante la innovación en productos derivados. Este modelo (de producción artesanal con foco en calidad, trazabilidad y diferenciación) abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio, tanto para el mercado interno como para exportaciones en pequeña escala hacia nichos gourmet.
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