"Un litro de nafta que en diciembre costaba 350 pesos, hoy supera los 1.100", detalló De Paoli, subrayando que en un corto plazo los consumidores podrán ver claramente la cantidad de impuestos que están pagando por cada compra de combustible. Esto permitirá una mayor transparencia y debate sobre la carga fiscal que afecta tanto a las familias como a la competitividad del país.
De Paoli también comparó la situación con países vecinos, como Paraguay, donde los costos son considerablemente más bajos debido a una estructura impositiva más favorable. "Es paradójico que hoy resulte más barato comprar combustible en Paraguay que en Posadas", señaló.
En cuanto al futuro, De Paoli fue claro al afirmar que los aumentos en el precio de los combustibles no se detendrán en el corto plazo, ya que el país aún enfrenta una situación económica crítica. Sin embargo, destacó el potencial energético de Vaca Muerta como una vía de salida, con inversiones que prometen generar ingresos superiores a los 30.000 millones de dólares al año.
Para concluir dijo que aunque no se espera una baja en el precio del combustible, el camino es aumentar la producción para mejorar la capacidad de compra de los consumidores. "La clave no está en el precio, sino en cómo producimos más para ofrecer precios más competitivos", afirmó.
El próximo aumento se estima en torno al 3%, aunque algunos hablan de hasta un 3,5%.
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