A pesar de una leve mejoría en el período comprendido entre 2001 y 2010, los datos censales sobre la población económicamente activa (PEA) en la provincia del Chaco, dan cuenta de una desigualdad entre hombres y mujeres.
En un análisis realizado por la profesora Mgtr. Vilma Falcón, se demuestra que existe una segregación laboral por género, es decir, una distribución desigual de mujeres y hombres en los diferentes sectores económicos y ocupaciones, evidenciando estereotipos que se traducen en una división de trabajos típicamente femeninos y masculinos.
Este modo de analizar las estadísticas hace referencia a una segregación de tipo horizontal y el resultado indica que las mujeres se concentran en un 28% del total de actividades económicas, principalmente en servicios como educación, salud y hotelería, mientras que los hombres tienen mayor presencia en una mayor diversidad de sectores.
Además, da cuenta de una segregación vertical, donde las mujeres predominan en puestos de menor calificación y con menor capacidad de toma de decisiones, como trabajadoras y obreras. Por el contrario, los hombres se destacan más en categorías de patrón y trabajador por cuenta propia.
Estos datos reflejan cómo persisten las desigualdades de género en el mercado laboral chaqueño, limitando las oportunidades de las mujeres y restringiendo su acceso a recursos y puestos de mayor jerarquía.
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