Una gran multitud de misioneros y visitantes de toda la región se dio cita este fin de semana para disfrutar de un paseo por lo mejor de los destinos y sabores de la tierra colorada en la explanada de la Cascada de la Costanera.
Más de 20 municipios y empresas del sector privado unieron sus potencialidades una vez más para mostrar a los misioneros y visitantes que se puede hacer turismo a pocos kilómetros de casa.
Es que la provincia es un producto turístico de punta a punta, que se ajusta y coincide con los nuevos conceptos y las nuevas tendencias en materia de descanso y recreación.
Los paradigmas actuales plantean una manera de viajar diferente, enfocada en buscar experiencias personales, que conecte al ser humano con lo más esencial de cada espacio que visite.
Eso es Misiones. Una curva de selva que ofrece kilómetro tras kilómetro una experiencia diferente, nueva, única.
En esta ocasión, la Feria de Turismo también fue aprovechada para promocionar #AhoraTurismo, el programa orientado al sector hotelero y gastronómico con cuyo beneficio, los comercios adheridos ofrecen a sus clientes un 15% de reintegro y 6 cuotas sin interés a los misioneros que abonen con tarjeta de crédito del Banco Macro, dentro de la provincia.
Este beneficio, que estará vigente a partir del 1 de enero hasta el 31 de junio, busca estimular a realizar turismo interno, recorrer la provincia y conocer un poco más de las maravillas que tiene la tierra colorada.
Por otro lado, la incorporación del programa COMI (Cocina Misionera) fue el complemento esencial para que el visitante conozca Misiones, con los cinco sentidos.
A la ya tradicional feria de ofertas y propuestas de destinos, fiestas y atractivos, se sumaron los sabores que distinguen a la provincia, porque están elaborados en estrecha complicidad con la historia y productos regionales.
Esta fusión de la Feria de Turismo con el programa COMI, y el trabajo conjunto para ensamblar ambas propuestas, reflejó su éxito en la interacción del público con el producto final.
El efecto derrame
Esta edición superó todas las expectativas de convocatoria, y del año anterior. El flujo de visitantes fue constante de principio a fin. Además de la inmensa cantidad de posadeños, se pudo observar durante todo el fin de semana una gran cantidad de misioneros y visitantes de la vecina orilla que se acercaron a la Costanera para visitar la feria.
Este cuantioso público provocó en la ciudad un movimiento económico importante, que se reflejó no solo en los emprendimientos que expusieron sus productos dentro del evento, sino también a las decenas de puestos apostados a lo largo de paseo ribereño.
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