Pegoraro destacó que, si bien la situación es preocupante, hay aspectos metodológicos en la medición de la pobreza que merecen atención. "La pobreza en Argentina se define principalmente de manera monetaria, es decir, se basa en los ingresos de las familias. Sin embargo, el método de recolección de datos del Indec, que se basa en autodeclaraciones, presenta serias limitaciones", afirmó.
El consultor explicó que estudios de la Universidad de La Plata revelan que los sectores de mayores ingresos tienden a subdeclarar sus ingresos. Esto, junto con el alto índice de no respuesta en algunas encuestas, afecta la precisión de las estadísticas. "Podemos estar hablando de diferencias de hasta cinco puntos porcentuales en la tasa de pobreza real", señaló.
Al ser consultado sobre la aparente calma social en un contexto de pobreza tan elevada, Pegoraro reflexionó: "es curioso observar que, a pesar de la alta cifra de pobreza, no se percibe una agitación social significativa. Esto podría deberse a una normalización de la situación, donde la población se ha adaptado a estas condiciones adversas".
Pegoraro afirmó que la pobreza en Gran Resistencia es un fenómeno complejo que requiere nuevas medidas y subrayó la falta de una reacción social frente a este dato, comparando la situación local con otras sociedades del mundo donde altos índices de pobreza suelen ir acompañados de conflictos sociales.
"Es extraño observar que, a pesar de las condiciones de vida deterioradas, no hay una respuesta social contundente. Esto se debe en parte a la naturalización de la pobreza; hemos llegado a acostumbrarnos a vivir al límite", comentó. Además, destacó que muchas personas fluctúan constantemente entre ser consideradas pobres y no, lo que complica aún más la situación.
El consultor también planteó la necesidad de repensar cómo se mide la pobreza. "La pobreza no se puede definir únicamente por los ingresos. Existen condiciones de vida que deben ser tomadas en cuenta, como el acceso a servicios básicos. Una persona puede no ser pobre en términos de ingresos, pero vivir en condiciones deplorables", explicó.
Pegoraro hizo referencia a la propuesta del ex gobernador Jorge Capitanich de adoptar una medición multimodal y multicausal de la pobreza, enfatizando que es fundamental abordar este fenómeno social desde diversas perspectivas. "El fenómeno de la pobreza en contextos tan desiguales es complicado de entender, pero debe ser la base para diseñar políticas públicas efectivas que busquen reducir la pobreza estructural", concluyó.
Durante la conversación, Pegoraro destacó la importancia de no solo observar los números absolutos, sino también la variación intersemestral en el contexto de diferentes aglomerados urbanos. "En Resistencia, la variación en la pobreza no fue tan significativa en comparación con otros lugares que experimentaron aumentos de hasta 30 puntos. Aquí, partimos de un 65%, lo que significa que hay menos margen para que más personas caigan en la pobreza", explicó. Sin embargo, la indigencia presenta un panorama más sombrío, con un alarmante 38% de la población en esta situación, lo que indica un crecimiento notable en los últimos meses.
Pegoraro señaló que, por primera vez en dos décadas, la cantidad de pobres indigentes (164,000) supera a la de pobres no indigentes (159,000). "Esto indica que muchas personas que antes eran consideradas pobres han caído en la indigencia debido a los efectos negativos de la economía", afirmó.
Cuando se le preguntó si este empeoramiento podía atribuirse a políticas de corto plazo, Pegoraro fue contundente: "sí, por supuesto. La alta inflación, el estancamiento de los ingresos y un mercado laboral en contracción han agravado las condiciones de vida". Resistencia se posiciona como el aglomerado urbano con el mayor nivel de desocupación, lo que exacerba la crisis.
El consultor también comparó el ingreso per cápita familiar promedio de Resistencia, que es de 135,000 pesos, con el de otras regiones. "Este es el más bajo del país, y aunque ha crecido un 79% en el primer semestre, no ha podido seguir el ritmo de la canasta básica, que aumentó un 118%", subrayó.
Sobre el futuro, Pegoraro mostró una mezcla de precaución y esperanza: "podría haber una leve mejora en los próximos meses si el mercado laboral se expande y los ingresos se recuperan. Sin embargo, la situación sigue siendo volátil, y cualquier cambio macroeconómico podría afectar drásticamente esta tendencia".
Finalmente, se refirió al estado emocional de la población, indicando que existe un grado de "naturalización de la pobreza". Según él, esto se debe a la adaptación de la sociedad a vivir al límite, combinada con una crisis de representatividad que limita las reacciones sociales. "Hoy hay recursos que no alcanzan, y eso crea un ambiente de resignación", concluyó.
"Hay una especie de 'standby' social; hemos perdido la esperanza de que las cosas mejoren, y eso se traduce en una falta de reacción frente a la crisis", afirmó Pegoraro. Según él, la crisis de representación actual podría llevar a una resignación política que se mantenga en el tiempo o, en el peor de los casos, provocar un estallido similar al que se vivió en 2001, cuando la consigna "que se vayan todos" resonó en las calles.
El consultor también analizó el escenario político actual, destacando la notable diferencia en el discurso del Gobierno nacional, que insiste en que "el camino es el correcto" a pesar de los altos índices de pobreza. "Este enfoque es inchequeable y contribuye a un fenómeno social muy complejo", agregó.
En cuanto a las perspectivas electorales, Pegoraro señaló que, a pesar de la crisis, el apoyo al Gobierno sigue siendo relativamente alto, lo que podría indicar que una porción significativa de la población considera que este proceso es necesario para corregir errores del pasado. "Con un 40% de popularidad, es un caso de estudio en medio de esta crisis", comentó.
A nivel local, la falta de una oposición organizada es otra preocupación. Pegoraro mencionó que, aunque hay legisladores que intentan marcar la agenda, no existe una alternativa sólida que desafíe al gobierno en Chaco. "La oposición debe reestructurarse y ofrecer una propuesta novedosa que realmente represente a la población", subrayó.