Esta iniciativa surge debido a la ausencia de normas urbanísticas que acompañen el desarrollo desmedido de Resistencia, por eso a través del adecuado uso del suelo se busca generar espacios pensados con un esquema de usos mixtos que faciliten la diversidad y generen más intensidad en las zonas que se desean densificar, con la meta puesta en concretar un progreso sostenible mediante un abordaje integral que permita atender los interés ecológico, social y económico del territorio. Esto favorece la previsibilidad para realizar las obras necesarias con reglas claras para la inversión pública y privada.
El proyecto pone especial atención en seis zonas diferenciadas geográficamente: norte, sur, las autovías de las rutas nacionales 11 y 16, el Valle del Río Negro, el macro centro ampliado y la reserva del Ex Campo de Tiro, que a su vez están conformadas por 34 distritos.
Gustavo explicó que “la idea es actualizar y rever todo el mapa de uso de suelo y de distritos de la Ciudad que identifica cada sector para ver como se lo puede ir desarrollando urbanísticamente, y también generar un marco de planificación para el desarrollo de las próximas cuatro décadas”, y agregó que “este ordenamiento permitirá una regularización y acercar equipamientos por zonas”.
En una misma sintonía, remarcó que “Resistencia se debe un instrumento de planificación y desarrollo actualizado, ya que el código que esta se emplea actualmente data de 1979 y que quedó desfasado de la realidad”, y amplió su postura: “Actualizar el mapa y el código de uso son herramientas generales que van a lograr un crecimiento armónico y regulado de la urbe, por eso es menester el debate entre todos los ámbitos de la sociedad para encontrar un consenso y aprobar esta norma que regule el desarrollo ordenado”.
Asimismo, detalló que “se planifica trabajar por zonas con reuniones de las comisiones permanentes de tierras, obra y servicios públicos del Concejo Municipal, junto con todas las instituciones que componen el Consejo de Planificación Urbana, que luego van a determinar los protocolos para visitar distintos barrios, sectores e instituciones para enriquecer la visión de este proyecto”.
En igual sentido, explicó que “esta propuesta va a permitir que los que tienen un comercio en un barrio que tienen un uso de vivienda residencial o familiar van a poder conseguir una habilitación definitiva y estar en regla, mientras que los vecindarios que no están regularizados van a poseer una mensura, es decir, un saneamiento parcelario que va a dotar de una nomenclatura catastral a cada terreno para que cada vecino pueda pasar a tener título de propiedad, y una planificación armónica posibilita que aquellos sectores de la ciudad que cuentan con servicios como pavimento, transporte, alumbrado público, desagües pluviales y cloacas, puedan condensarse o densificar para estar habilitados en construcción en altura”.
El secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente, Guillermo Monzón, subrayó que “esta es una herramienta fundamental para la planificación que se promueve desde esta gestión municipal para pensar la ciudad hacia las próximas cuatro décadas, y por eso es esencial contar con las ordenanzas y normativas correspondientes”.
De modo semejante, señaló que “al tener un código de planificación desactualizado, muchas de las actividades comerciales y de uso se aprueban por excepción, y eso denota la necesidad de establecer normativas que empiecen a regular el desarrollo de la ciudad acompañada de las reglamentaciones acordes para promover un desarrollo económico, cultural y social, y además es menester que cualquier actor privado que quiera invertir en Resistencia tenga las cosas claras”.
También manifestó que “las ciudades deben determinar la vinculación de usos del tipo de actividades comerciales referentes a la densidad poblacional que actualmente no tiene relación con la realidad, lo que explica la alta concentración de equipamiento y de servicios que tiene el centro de Resistencia”, y afirmó que “esta nueva iniciativa va a establecer una descentralización de las actividades comerciales acompañado del desarrollo habitacional e inmobiliario”.
El presidente del Concejo Municipal, Agustín Romero, expresó que “el código apunta al uso mixto y compartido entre lo residencial y comercial, con zonas especiales como industriales o de reserva”, y especificó que “el proyecto se encuentra ingresado por parte del ejecutivo municipal y ya fue girado a la Comisión de Obras Públicas y de Tierras y se amplió al Consejo Consultivo Permanente de Planeamiento Urbano, que involucra los distintos organismos del Estado”.
El titular del cuerpo legislativo comunal indicó que “es un momento para potenciar todos aquellos emprendimientos que generen trabajo, y por eso se realizará un debate consciente para construir los caminos de los acuerdos para aprobar este proyecto y que esta ordenanza marque un antes y un después para Resistencia”.
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