Respecto a esto aseveró que es abismal el precio que existe entre el kilo vivo y lo que se vende en las carnicerías y detalló que el kilo de una vaca de consumo tiene un costo de cerca de $ 140 a $ 150 y si se tiene en cuenta que un animal rinde cerca del 50%, el costo se eleva a $ 300. Ante esto mencionó que los precios los regulan los frigoríficos, nosotros no.
Señaló que “el Gobierno debería decirle a los frigoríficos que a la media res hay que partirla en tres pedazos porque no puede ser que en barrios de menos recursos el carnicero tenga que compensar el costo del lomito con el del puchero”.
Más allá de esto, Santos mencionó que el precio del kilo vivo estaba completamente retrasado con respecto a la inflación y a los costos que se manejan en el campo.
También dijo que hay mucha especulación con las fiestas de fin de año.
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