El empresario Eduardo Vanderhoeven, radicado en la localidad de Pampa del Infierno con un centro de producción de carbón vegetal y con la fábrica de briquetas de la carbonilla que antes se desechaban, comenta el mal momento por el que está atravesando el sector forestal.
"El tema del carbón para exportación se complicó un poco por el flete marítimo. Es decir, para todo lo que se exportaba a Europa, Australia y Estados Unidos, los fletes subieron mucho sus precios, y eso no nos hacía competentes", indicó a Norte Rural el empresario.
Eso, sumado a un dólar con un tipo de cambio bajo complicó la situación, ya que se exportaba sin ganancias y solo para mantener al cliente, esperando que bajen los costos de los fletes o que suba el tipo de cambio.
Hoy los costos de los fletes están bajando, hay muchas posibilidades, y si bien no a valores previos a la pandemia, son más accesibles a un puerto de Europa, ya que el carbón es accesible desde el punto de vista de la logística, porque es un producto barato.
Vanderhoeven destacó que hoy no se puede arriesgar mucho, porque se van haciendo ventas con base en lo que se consigue y en lo que se produce. No hay nuevos permisos, salvo aquellos de los pequeños desmontes que ya estaban autorizados.
"No hay permisos nuevos que uno tenga para poder hacer una proyección de trabajo y una continuidad. El tema de la provisión de carbón es un tema que nos preocupa mucho, más aún para el mercado de exportación, que es un mercado en donde se necesita reforestar y hay que tener los papeles en orden", indicó en declaraciones al programa Agroperfiles Radio, que se emite por FM Uncaus.
Aclaró también, que están todos esperando el Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) del Chaco para saber qué pasará. "Esperemos que esté pronto porque la actividad ya no está aguantando. No hay carbón, madera, rollizos, es decir está todo muy complicado”.
De manera contundente, Vanderhoeven, que está hace quince años radicado en el Chaco, dijo que hay una mala información, o es una información que venden los ecologistas de que el productor forestal es un depredador.
"A los que operan de este modo, está la ley para castigarlos, pero el auténtico productor no depreda porque necesita cuidar lo que le da de comer", señaló.
La propuesta de la Cámara de Exportadores de Carbón es lograr un Ordenamiento Territorial que contemple el manejo forestal (o aprovechamiento) en zonas que sean solamente destinadas a esta actividad, que deben ser las zonas amarillas, donde esté prohibido el desmonte, y que existan otras zonas donde pueda realizarse el cambio de uso de suelo en zonas con potencial agrícola, con base en estudios del INTA y la evaluación ambiental del Estado, de manera que la actividad forestal se integre a la agricultura y utilice la madera con destino a la foresto-industria provincial (aserrado, carpinterías, carbón y tanino).
A su vez, cada tonelada de madera aprovechada debe hacer los aportes que correspondan en conceptos de Aforos, para financiar planes de forestación para garantizar madera sustentable, y cumplir con las tasas del Convenio de Corresponsabilidad Gremial que solventan el sistema de seguridad social de los trabajadores forestales.
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