Rafart destacó que esta medida podría generar costos adicionales tanto para empresarios como para empleados, debido a las comisiones bancarias y retenciones impositivas asociadas a los pagos electrónicos.
El dirigente señaló que, aunque la normativa podría simplificar el proceso de propinas, es fundamental esperar la reglamentación final para comprender plenamente su impacto en el sector. También mencionó que, en su negocio, las propinas se gestionan de manera individual, basándose en el mérito personal de cada empleado, y no compartidas en conjunto.
La normativa generó incertidumbre en el sector, y los empresarios están atentos a cómo deberán adaptar sus sistemas de facturación y procesos internos para cumplir con los nuevos requisitos.
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