Un 53% de los consultados consideraron que en 2021 les fue excelente o muy bien y si se agrega a quienes eligieron la opción “bien”, el total de respuestas aumenta a 86,5%. En la encuesta realizada a fines de 2020, la sumatoria de esas tres opciones alcanzaba 58%, los 28,5 puntos porcentuales de diferencia entre ambas encuestas dan una medida de la mejora que tuvo la economía en 2021 respecto al año anterior.
A la hora de medir expectativas, el tono general de los empresarios y profesionales consultados es de optimismo: 56,6% cree que en 2022 le irá mejor que en 2021 y 37% estima que le irá igual.
El optimismo también se traduce en proyectos de inversión y expectativas de toma de nuevo personal. 81% de los empresarios consultados anticipó que en 2022 hará algún tipo de inversión y 43% proyecta incrementar su planta de personal.
Infraestructura y tecnología son los destinos más mencionados para las inversiones proyectadas. El optimismo, que es un rasgo natural en el empresariado misionero, que como siempre convive con un alto nivel de incertidumbre, que es un rasgo distintivo de la economía nacional, en este caso alimentada por desequilibrios que no podrán sostenerse mucho tiempo más.
Inflación, tipo de cambio y suba de tarifas son interrogantes que se presentan cada vez que los empresarios hacen proyecciones. Son elementos que todos dan por descontado que estarán en el escenario económico en 2022, pero todavía no está claro cuánto peso tendrán. Lo mismo puede decirse del coronavirus y sus nuevas variantes.
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