El proyecto contempla la instalación de una línea de aserrado europea con un alto nivel de automatización, equipada con escáneres tridimensionales que optimizan el corte de la madera y mejoran la eficiencia productiva. Con esta tecnología, el establecimiento reducirá la dotación operativa por turno y logrará un rendimiento superior, equiparable al de los principales aserraderos del mundo.
La modernización incluye además un secadero continuo de última generación, único en el país, basado en un sistema contraflow que permite aumentar el volumen procesado y mejorar la calidad final de la madera. Esta incorporación tecnológica posiciona a Las Marías entre las plantas forestoindustriales más avanzadas de la región.
La actividad forestal de la empresa comenzó en la década de 1960 con apenas 500 hectáreas de pino y eucalipto. Hoy, su patrimonio forestal supera las 6.700 hectáreas implantadas, con especies de alto rendimiento como Pino taeda, Pino elliottii, híbridos y eucaliptos seleccionados.
El aserradero produce alrededor de 70.000 metros cúbicos anuales, de los cuales cerca del 70 % se exporta a mercados como China, Vietnam, Filipinas, Estados Unidos y Centroamérica. El resto abastece al mercado interno, actualmente afectado por la retracción del consumo y la desaceleración de la construcción.
La compañía enfrenta desafíos logísticos derivados de la distancia con los puertos de salida. Los contenedores vacíos deben ser trasladados desde Buenos Aires hasta Corrientes, en un trayecto de casi dos mil kilómetros, lo que eleva considerablemente los costos de exportación. Esta situación refuerza la necesidad de contar con soluciones logísticas más eficientes para el sector forestoindustrial del NEA.
En su estrategia de crecimiento, Las Marías busca replicar en la actividad forestal el modelo de integración vertical que consolidó su liderazgo en el agro: control total de la cadena, desde la plantación hasta el producto final seco, clasificado y listo para exportar.
La empresa opera bajo certificación FSC de manejo forestal responsable y aplica políticas de sustentabilidad basadas en la mecanización, el mejoramiento genético y el aprovechamiento racional del recurso. Los turnos de corta varían entre 18 y 25 años, en un esquema de producción que combina eficiencia, trazabilidad y compromiso ambiental.

Tu opinión enriquece este artículo: