La Fundación relevó el riesgo potencial de conflicto laboral futuro en el sector de las MiPyME y de las empresas. Se calcula sumando la proporción de las empresas que han intentado infructuosamente modificar las condiciones laborales y aquellas que sí lo han logrado, pero no presentaron el acuerdo para la homologación del Ministerio de Trabajo.
A través de este indicador se puede observar que en el NEA el 28% de las empresas corren riesgo de conflicto laboral futuro y el 12% corre riesgo de cierre según el relevamiento.
A nivel país, las empresas que corren mayor riesgo de conflicto laboral futuro son las de menor tamaño, las del sector comercial y las localizadas en las regiones Cuyo, AMBA y Sur.
Analizando conjuntamente el riesgo de cierre de empresas y el riesgo de conflicto laboral, se puede concluir que el impacto de la pandemia se manifiesta con mayor peso en los estratos empresariales más débiles del sector urbano.
El riesgo de cierre de las empresas que operan en los sectores típicos de las ciudades -como el comercio- es del 10%, mientras que en el sector agropecuario/recursos naturales es de sólo 4%.
El riesgo de cierre es del 12% en las microempresas (menos de 10 ocupados) y de sólo el 3% en las empresas medianas (entre 51 y 250 ocupados).
Mirando al futuro del sector empresarial constituido por empresas con hasta 800 ocupados, las perspectivas se pueden sintetizar de la siguiente manera: las empresas de hasta 50 ocupados son el segmento empresarial más amenazado; el sector agropecuario/recursos naturales es el de mejores perspectivas.
La región con mejor desempeño es Centro, donde sólo el 5% de las empresas corre riesgo de cierre y el 24% riesgo potencial de conflicto laboral futuro. AMBA muestra que el 8% de sus empresas corre riesgo de no sobrevivir y 38% riesgo de conflicto laboral. Se contrapone el NOA, con 18% de riesgo de cierre y 27% de potencial conflicto por intentos fallidos de concertación laboral y no homologación de los acuerdos sí logrados.
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