El producto se sirve de manera distintiva: en vaso corto con la figura de una montaña, acompañado de rodaja de limón disecado y bizcocho de vainilla, transformando la degustación en un momento lúdico y sensorial que refuerza el storytelling de la marca. Este tipo de presentación busca diferenciar a Cerveza Patagonia en un mercado cada vez más competitivo, donde la experiencia del consumidor es un factor clave de fidelización.
La estrategia de distribución prioriza refugios de alta visibilidad y afluencia, incluyendo Resistencia, Posadas y Puerto Iguazú, además de Puerto Madero, Neuquén, Ushuaia, Paraná, Rosario, Calafate, Bahía Blanca, Salta, Jujuy, Mendoza, Río Gallegos y la Cervecería de Bariloche. Este enfoque permite combinar posicionamiento de marca con un canal de venta experiencial que potencia la percepción de exclusividad.
Soledad Azarloza, directora de Cerveza Patagonia, señaló que Limón Silvestre refleja “la exploración constante y el espíritu innovador que caracteriza a la marca. Nuestros maestros cerveceros experimentan para ofrecer productos únicos, creando valor tanto para el consumidor como para la marca”.
La edición limitada, disponible durante diciembre, se integra dentro de un modelo de negocio que busca transformar la oferta tradicional de cervezas artesanales, agregando valor a través de experiencias multisensoriales, innovación en producto y un diseño de servicio diferenciado que genera conversación y posicionamiento en mercados clave.
Con Limón Silvestre, Cerveza Patagonia refuerza su liderazgo en innovación dentro del segmento craft y reafirma su estrategia de expansión en refugios estratégicos, combinando creatividad, experiencia del consumidor y presencia territorial como herramientas para consolidar su ventaja competitiva en el mercado nacional.
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