Como contrapartida, el índice de Condiciones Presentes presenta un deterioro con relación a la medición de marzo pasado (31 vs 35), que se acentúa si se lo compara con la situación de un año atrás (31 vs 97).
El clima y la incertidumbre política representan los mayores desafíos y preocupaciones para los próximos 12 meses, seguidos muy de cerca por la no disponibilidad de financiamiento y las altas tasas de interés.
El Ag Barometer Austral, que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, alcanzó un valor de 84 en su última edición de mayo, lo que significó una suba del 21% con respecto a marzo pasado (69). No obstante, si se toma la medición interanual, se trata de un 15% por debajo de mayo de 2022 (84 vs. 98).
Así, el futuro para los productores es más prometedor que las condiciones actuales, que tocaron el valor más bajo de toda la serie desde que se tiene registro: En los índices de Expectativas Futuras y de Condiciones Presentes se produce una divergencia notable de 120 y 31, respectivamente.
El informe consiga que un 74 % de los productores piensa que su situación será mejor que la actual, en gran parte apoyados en las favorables condiciones climáticas que se prevén para la campaña de trigo 2023/24, cuyas estimaciones son una producción de 16 millones de toneladas (un 40% más de lo que fue la cosecha 2022/23).
La última edición del Ag Barometer Austral marca una importante mejora en el índice que mide las Expectativas de la Situación Financiera del Productor para los próximos 12 meses. Un 74% de los productores piensan que estarán mejor que en la actualidad con un índice de 167, que es el más alto de la serie.
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