La Argentina ha logrado tener en la Hidrovía Paraná-Paraguay la gran puerta de las exportaciones del Mercosur, un canal vital para el comercio exterior argentino, explica el capitán de la Marina Mercante Alejandro Kalfayan, especialista en hidrografía y titular de la compañía Servicios Náuticos, a La Prensa.
Es una vía de navegación muy importante de todo el Hemisferio Sur, puesto que comunica a Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay. Se convierte entonces en una vía de navegación relevante porque todos estos países la utilizan para exportar toda su producción al mundo.
Es la puerta de salida de los productos del Mercosur. Es clave para las exportaciones. En el caso de Brasil, tiene sus propias puertas en el océano Atlántico, pero como es un país muy grande, los Estados mediterráneos lo utilizan también para exportar por ahí, con una significativa baja en los costos de logística y fletes.
Gran parte de la Hidrovía transita por aguas argentinas, en el río Paraná, hay otra parte en el Río de la Plata, pero el mayor trayecto es sobre el Río Paraná.
Lo que más se transporta es principalmente granos, trigo, maíz, soja y sorgo, que es lo que más se está vendiendo al exterior. Lo mismo ocurre con Paraguay. Dependiendo de la época del año también se transporta frutas. Esas son las exportaciones. Luego tenemos las importaciones de cada país. Argentina importa petróleo y además lo distribuye en lo que sería la línea de cabotaje, sobre el sur argentino y la zona de Rosafé, los puertos de Rosario y Santa Fe. Transportar combustible líquido por agua siempre es mucho más barato que por tierra.
La Hidrovía. genera mucho trabajo en forma directa e indirecta. Hay un viejo dicho que afirma que cada ciudad que tenga un puerto activo, le generará mucho empleo. La Hidrovía justamente logra eso y en cantidades muy importantes. No solamente en el área naviera sino también en zonas adyacentes, como puede llegar a ser la provisión de combustible, comestibles, mantenimiento de embarcaciones, los relevos y traslados de las tripulaciones, transporte aéreo y terrestre.
Es importante que se pongan de acuerdo todos los Estados miembro que conforman la Hidrovía en cuanto a los tratados que hay que firmar, en beneficio de todos, para que la Hidrovía tenga más relevancia y pueda bajar más los costos operativos en el transporte. Eso es muy importante. Cada país tiene sus propios intereses, pero al río lo compartimos entre todos.
En este momento el tramo argentino está bajo la operación de una empresa belga, Jan de Nul, y la argentina Emepa.
Para Alejandro Kalfayan, “la empresa que actualmente tiene la concesión ha trabajado muy bien, cumplió en tiempo y forma con el contrato. Siempre hay objeciones para hacer, pero en mi caso particular, ya que me dedico a estudiar las profundidades del río y a hacer estudios relacionados a las vías navegables, creo que la compañía ha cumplido muy bien desde el año 95 a la fecha con todo lo estipulado en el contrato. Siempre hay detalles menores, pero tengamos en cuenta que son 1.500 kilómetros de río a dragar. Es un volumen muy importante de barro y arena que hay que sacar permanentemente”.
Es una vía muy difícil de mantener, porque el río es extremadamente cambiante. Justamente las bajantes y las crecientes lo hacen más cambiante todavía. Eso exige que permanentemente estén controlando, haciendo estudios para saber dónde hay que profundizar más y de qué manera dragar. Es una ciencia, no es cuestión de hacer un pozo. Hay que saber dónde dragar y dónde descargar el material. De manera que creo que la empresa está cumpliendo muy bien, sobre todo teniendo en cuenta que se les ha renovado dos veces la concesión.
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