Durante la campaña 2024–2025, la provincia alcanzó una producción de 925.550 kilogramos de miel, gran parte de la cual se encuentra certificada como orgánica, atributo que garantiza un proceso libre de agroquímicos, herbicidas y fertilizantes sintéticos, acorde a las normas internacionales.
El producto chaqueño, caracterizado por su perfil sensorial único —gracias a la diversidad de flora nativa como chañar, garabato, mistol y quebracho colorado—, es altamente demandado en mercados que valoran alimentos naturales, trazables y sustentables.
Según datos del Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa), Chaco cuenta con 453 productores apícolas activos, de los cuales el 19% produce miel orgánica certificada. Esta cifra no solo refleja el potencial productivo de la región, sino también el avance hacia una apicultura con mayor valor agregado y proyección internacional.
El desarrollo del sector ha sido posible gracias a un trabajo articulado entre cooperativas, asociaciones de productores y organismos técnicos como INTA, INTI y Senasa, que aportan formación, asistencia sanitaria y asesoramiento para el cumplimiento de los estándares de exportación.
Además de la producción primaria, la provincia avanza en la industrialización de la miel con salas destinadas al homogeneizado previo a la exportación, agregando valor en origen y mejorando las condiciones de acceso a mercados externos.
Con su consolidación como principal productora de miel orgánica del país, el Chaco no solo fortalece su perfil agroexportador, sino que también genera oportunidades económicas sostenibles para cientos de pequeños y medianos productores distribuidos principalmente en el norte y este provincial.
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