La siembra total tuvo una caída interanual de 5.750 hectáreas (9,6%), es la tercera de menor superficie cultivada de los últimos 20 años, y continúa en caída desde la campaña 2015/16.
A través de su sistema de información (Siber), el organismo indicó que solo el 24% de la superficie presentó emergencias dentro de la fecha óptima (octubre), ya que las reiteradas precipitaciones imposibilitaron el normal desarrollo de las labores.
Respecto de las variedades sembradas, se destacó "Gurí" (52% del total); seguido por el arroz "Membí" (20%).
El arroz tipo comercial largo fino tuvo una participación del 80% del total sembrado; el largo ancho un 12% y el 8% restante fueron tipos especiales de arroz, como materiales españoles caracterizados por ser aromáticos.
El rendimiento promedio provincial se ubicó en 7.700 kilogramos por hectárea, pero la Bolsa alertó que la "amplitud en la emergencia del cereal y las bajas temperaturas" sobre siembras tardías, harán que el valor "disminuya al incrementar el área cosechada".
El 30% del total de hectáreas ya cosechadas contrasta con el anterior ciclo, cuando a la misma fecha se había cosechado un 60% del total.
Las principales complicaciones fueron retrasos en la siembra por las reiteradas lluvias en octubre y problemas en el control de malezas, situación "que se agrava año a año e incrementa el costo productivo".
También se registraron "ataques de oruga que provocaron la necesidad de efectuar dos aplicaciones para su control"; y en algunos lotes se detectó "Pyricularia Oryzae" o "quemado del arroz" tanto en hoja como en el tallo de la planta.
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