La cadena del algodón vuelve a posicionarse como uno de los circuitos productivos más dinámicos de cara a 2021, pero “en 2016 hubo una profunda crisis generada en la cantidad de productores que, por distintos motivos –la afectación del picudo, los precios internacionales del algodón no adecuados, las condiciones climáticas que no acompañaron, entre otros-, hizo que tocáramos piso prácticamente en la cantidad de hectáreas sembradas en la provincia”, recordó el presidente de la Cámara de Diputados.
Para empezar a revertir ese proceso, diputados y diputadas crearon el Foro Provincial del Algodón: “El objetivo fue convocarnos, vernos cercanos unos a otros, preocupados para ver cuál era el mecanismo que tuvimos que poner en funcionamiento para recuperar el espacio que históricamente ha identificado a la provincia y que naturalmente la fortalece ante el resto de las cadenas productivas”, expuso el diputado.
El análisis y reflexiones de Sager fueron parte del encuentro virtual “Fortalecimiento de los eslabones de la cadena algodonera en nuestra provincia”, organizado por la Legislatura, que se desarrolló este jueves al mediodía con importantes referentes de la cadena textil algodonera.
“Hoy estamos más comprometidos que nunca a fortalecer nuestra cadena algodonera en un contexto absolutamente diferente al que pretendíamos estar; sin embargo, toda crisis genera una oportunidad y esta Legislatura con sus integrantes está dispuesta a aportar los elementos que conjuguen el esfuerzo, la necesidad y la voluntad para que la agroindustria algodonera sea el motor de despegue en la provincia”, resaltó Sager.
Por su parte, el mandatario provincial analizó los procesos que se están abordando simultáneamente para el salto definitivo en la integración de la cadena comercial del algodón, desde las acciones de la Bolsa de Comercio del Chaco impulsando las operaciones del Mercado Algodonero (Mercal), hasta el marco regulatorio para respaldar los procesos en el desarrollo de nuevas genéticas para las semillas, vislumbrando la posibilidad de derrotar la plaga del picudo del algodonero con ciencia local.
Pero también que el algodón que se produce en Chaco se potencie con el agregado de valor en la confección de telas, indumentaria y moda, y se genere un efecto multiplicador de empleo, así como una fuente genuina de divisas producto de la exportación con alto valor agregado. “El algodón es parte de nuestra identidad, nos identificamos con el desarrollo del cultivo. Con ese gran proceso de transformación de tecnología de punta necesitamos reivindicar lo que implica producir algodón, y que podamos ser productores que vendamos la ropa al país y al mundo”, sostuvo.
El titular nacional de Agricultura reconoció que los números chaqueños denotan una clara recuperación de la superficie sembrada en la provincia, aunque disminuyó la cantidad de productores, lo que consideró “lógico en el proceso industrialista”.
Por otra parte, el ministro Basterra coincidió con Capitanich en la producción en grandes volúmenes: “En el modelo de diversificación, el algodón no es un cultivo de rescate: tiene que ser de industria y de renta, y debemos tener la posibilidad de desarrollo tecnológico; que se pueda entrar y ser competitivo en un mundo donde el algodón no solo tiene que competir con otros productores del mundo sino con la fibra sintética”.
Del encuentro virtual también participaron el ministro de Industria, Producción y Empleo de la provincia, Sebastián Lifton; la titular de la comisión de Industria de la Cámara de Diputados, Liliana Spoljaric, sus pares Juan Manuel Pedrini, Teresa Cubells, Juan Carlos Ayala y Juan José Bergia, representantes del INTI, el INTA y otros actores que intervienen en el proceso productivo-industrial.
El ministro Sebastián Lifton valoró el aporte del gobierno nacional e hizo hincapié en el incremento del volumen de producción: “Se planteó un escenario positivo para el sector. Chaco es la provincia que tiene la mayor capacidad de desmote, se han embarcado tres desmotadoras, otra se recuperó y se confirmó su traslado a otra localidad, pero a lo largo del 2021 se podrán hacer las primeras pruebas para modernizar las líneas y formas de trabajo, con procesos que ya han comenzado”.
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