De Paoli explicó que durante enero de 2024, el precio del combustible experimentó un aumento del 100%. Desde marzo, aunque los incrementos han sido menores, situándose en un 4-5% mensual, el impacto es notable debido a la eliminación de los subsidios restantes. En noviembre del año pasado, el precio de un litro de nafta súper era de 300 pesos, y ahora se proyecta que llegue a los mil pesos, un alza significativa que ha cambiado el comportamiento de consumo en las zonas fronterizas.
Este aumento invirtió la dinámica de consumo en regiones fronterizas como Posadas. Anteriormente, ciudadanos paraguayos cruzaban la frontera para comprar combustible más barato en Argentina. Sin embargo, ahora son los argentinos quienes están cruzando a Paraguay en busca de precios más accesibles.
La principal causa de esta disparidad de precios es la alta carga impositiva sobre los combustibles en Argentina. A pesar de ser un país productor de petróleo, los impuestos incrementan los costos internos, superando los precios en países vecinos que no producen petróleo, informó De Paoli.
La electricidad en la provincia de Chaco también ha visto incrementos significativos. La eliminación de subsidios y los ajustes tarifarios han llevado a aumentos mensuales considerables, poniendo una presión adicional sobre los hogares y afectando el presupuesto familiar.
Según De Paoli, una posible solución a esta crisis es la reducción de la presión fiscal. La carga impositiva en Argentina es alta en comparación con otros países en desarrollo, lo que afecta el precio final de los productos energéticos. La reducción de impuestos podría aliviar el costo para los consumidores y mejorar la competitividad de la economía.
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