Se sabe que la implementación del MERCAL requiere el dictado de reglamentaciones que involucran a diversos organismos.
El punto más importante es la implementación del Sistema de Información de Operaciones de Algodón que registrará todos los pasos de la comercialización del producto. Además abordaron la necesidad de hacer obligatorio el testeo, a través de laboratorios HVI, para determinar la calidad de la fibra de algodón.
Son dos las líneas en las que se trabaja. La primera, es la ampliación del Registro, lo que significa que todos los actores que intervienen en el proceso tengan que registrarse en el Sistema de Información de Operaciones de Algodón (SIO). Dicho sistema de control de la comercialización del algodón depende del Ministerio de Agricultura de la Nación.
“El SIO Algodón es la base del MERCAL ya que traerá equidad a todos los sectores de la cadena productiva que determinan el precio, así como también, es un gran paso para combatir el mercado en negro del algodón”, señaló Luis Almirón. Aquí es importante recordar que estos actores de los que se habla están eximidos de su registración salvo en caso de cambio de titularidad del producto; la propuesta chaqueña debe ser evaluada e incorporada a la reglamentación por el Gobierno nacional.
En tanto, la segunda línea que se trabaja es más técnica y está vinculada a la normativa con origen en la AFIP. Las propuestas son las de incorporar un régimen informativo de capacidad productiva, un formulario de traslado de los productos, un libro online de control de existencia que permita identificar y trazar los movimientos de los productos, y una liquidación electrónica para algodón en bruto, fibra y grano de algodón; más adelante sumar telas e hilados.
“Como todos los sectores productivos, el sector algodonero tiene pequeños, medianos y grandes productores; en la mayoría de los casos el acceso a herramientas de financiamiento es más dificultoso para los pequeños y medianos. El objetivo es que al trabajar con el MERCAL el acceso sea equitativo y democrático”, indicó Almirón.
En la mesa de trabajo se planteó la importancia de la radicación de una red de laboratorios de HVI que se encargue de estudiar la calidad de la fibra de algodón. “El análisis de la fibra por un laboratorio de HVI no está determinado como obligatorio y se lo hace de forma visual, es decir sin la utilización de instrumental científico adecuado, lo que hace que la calidad de la fibra sea completamente subjetiva y sin rigor”, explicó el funcionario.
Rubén Piceda, presidente de la Bolsa de Comercio del Chaco, que es el organismo encargado de organizar el MERCAL informó que se envían a Nación todos los requerimientos normativos para la implementación del SIO Algodón que refleja toda la cadena productiva: desde las semillas y la siembra hasta el producto textil final. “Estamos trabajando con todos los organismos que intervienen en el proceso algodonero para alcanzar mayor rentabilidad y otorgarle formalidad al comercio”, manifestó.
Además, formaron parte de la mesa de trabajo la subsecretaria de Agricultura, Flavia Francescutti; el director de Desarrollo Algodonero, Rubén Bast; el secretario técnico de la Mesa Nacional Algodonera, Jorge García; y equipos técnicos del INTA y de la UNCAUS.
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