La propuesta se organiza en dos componentes centrales. Por un lado, el Condo Hotel, que demandará una inversión inicial estimada en US$ 4 millones, con unidades orientadas a renta turística y enfocadas en un diseño moderno y eficiente. Por otro lado, la puesta en valor del barrio cerrado, que comprende infraestructura, accesos, servicios, manejo ambiental y equipamiento, representará otros US$2,5 millones. Todo se construirá con sistemas industrializados y soluciones de bajo impacto, con especial atención al uso responsable del suelo y del agua.
La escala económica del proyecto se amplifica con las inversiones individuales previstas en la primera etapa del loteo: 50 lotes frente al lago, donde cada vivienda deberá superar los 120 m². Esto implica desembolsos privados cercanos a US$ 120.000 por unidad, lo que generará alrededor de US$ 7 millones adicionales solo en esta fase. Con las etapas siguientes —otros 100 lotes con equipamiento y servicios—, el desarrollo podría superar los US$ 30 millones entre inversión inicial y capital privado atomizado.
El masterplan incorpora amenities y servicios que buscan posicionar al Urugua-í como un nuevo destino integrado: suites frente al lago, restaurante y proveeduría, piscina y espacios familiares, actividades náuticas, senderos y accesos privilegiados a saltos y miradores. El enfoque es crear un producto turístico complementario a Iguazú, orientado a extender la estadía y diversificar la oferta regional con experiencias de naturaleza premium.
La sustentabilidad es un eje estructural del proyecto. Todas las intervenciones se realizan con retiros específicos para proteger la selva nativa, construcción en seco, manejo eficiente del agua y un plan de regeneración ambiental a cargo de una marca nacional especializada. El objetivo es asegurar que el desarrollo crezca sin desplazar al ecosistema, integrando conservación, operación turística y uso residencial en equilibrio.
El cronograma prevé una presentación formal en marzo, con las primeras obras ya en marcha bajo un esquema de avance por etapas: se finaliza y entrega cada sector antes de habilitar el siguiente. El modelo apunta a un inversor que busca activo real, renta hotelera proyectada entre 6% y 12% anual y un horizonte de recuperación claro mediante precios competitivos y financiamiento a largo plazo. Con un mercado de Iguazú que aún busca consolidar su recuperación, el proyecto se plantea como una apuesta estratégica para atraer capital, generar empleo y abrir una nueva área de desarrollo turístico sostenible en Misiones.
Tu opinión enriquece este artículo: