Carlos Biechteler, presidente de la cooperativa, indicó que les costó mucho llegar a donde están hoy, debido a complicaciones económicas que tuvieron hace años atrás, pero finalmente lograron cumplir la meta de llevar yerba mate producida bajo estas condiciones al exterior. “Gracias a dios se dio esto por lo que venimos luchando hace tantos años".
En este sentido, contó que si bien era un objetivo por el que la cooperativa venía trabajando hace tiempo, todo se dio gracias a que un joven empresario probó en Santa Fe su yerba mate, les propuso poner un punto de venta en Francia y aceptaron esta propuesta.
“La gente valora el esfuerzo que hacemos los pequeños productores y estamos agradecidos porque está dando resultados”, aseguró y mencionó que las exigencias y los requisitos para ampliar el mercado a Europa son muchas, pero que trabajan con mucho esfuerzo y compromiso para poder cumplirlas y estar a la altura.
“Los países europeos buscan este tipo de productos y nosotros venimos hace años enfocándonos en esa parte, en que el producto sea un producto sano y natural. No ponemos en cámaras de estacionamiento, nuestra yerba tiene más de un año en el depósito, un año y medio llega a estar almacenada de forma natural. Además, los productores nos cuidamos entre nosotros para que no fumiguemos las plantas con productos químicos”, señaló Biechteler.
También explicó que decidieron llamar Grapia Milenaria a la yerba que exportan a Francia en conmemoración al reconocido árbol que hay en Campo Ramón, justamente para promover el turismo y dar a conocer esta riqueza que tiene la localidad.
Además, contó que dentro de la cooperativa no solo se van a quedar con la comercialización a Francia, sino que también quieren seguir apostando por el mercado externo y trabajan para exportar su producción también a Estados Unidos y Japón.
Biechteler contó que la situación de la cooperativa no fue siempre buena. Recordó que a fines de los 90 y principios de los 2000 atravesaron una complicada crisis debido a los bajos precios de la yerba, pero lograron sobreponerse gracias a la ayuda del Gobierno Provincial.
En esa época, con ayuda de subsidios y con mucho esfuerzo propio de los pequeños productores lograron regularizar los balances, construir su propio secadero, comenzar a levantar la producción y los resultados dentro de la cooperativa.
En este sentido, contó que la Cooperativa de Campo Ramón planea mejorar aún más la rentabilidad y brindar nuevos puestos de trabajo, al construir su propio molino y ya no tener que pagar a terceros o empresas asociadas, con la ayuda de un fondo proporcionado por el Ministerio de Agricultura de la Nación.
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