Para los especialistas extranjeros, el modelo chaqueño ofrece un caso replicable en mercados emergentes que buscan desarrollar su propia industria apícola. Durante la recorrida por las áreas de producción, procesamiento y fraccionado, la delegación se mostró especialmente interesada en los estándares de sustentabilidad y en el potencial exportador del producto.
“Se sorprendieron por la calidad y por la forma de trabajo que permite obtener una miel certificada como ecológica, algo clave para mercados premium”, explicó Daniel Codutti, asesor técnico de COPAP. La planta recibe visitas internacionales de manera recurrente, pero esta misión cobra relevancia al vincularse con países que están en pleno proceso de expansión de su industria.
El itinerario incluyó evaluaciones de campo, tareas de manejo, revisión de colmenas, recambio de reinas y un análisis detallado de los procesos de industrialización y fraccionado. La delegación de Mozambique —que desarrolla un proyecto apícola en dos parques nacionales— señaló que, a pesar del fuerte potencial biológico, aún carece de infraestructura industrial y de capacidades de agregado de valor, dos áreas donde el modelo chaqueño podría convertirse en socio estratégico.
Para el sector apícola de la región, la visita no solo implica reconocimiento técnico, sino también la posibilidad de abrir la puerta a futuros acuerdos de cooperación, transferencia tecnológica y oportunidades comerciales. En un contexto donde la demanda global de miel orgánica sigue creciendo, el Chaco busca consolidarse como proveedor confiable y competitivo en mercados internacionales.
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