En los últimos meses, la terminal ha experimentado una serie de avances: recuperación de maquinaria operativa, instalación de cámaras de seguridad, mejoras en iluminación y la próxima apertura de un depósito fiscal. Estas acciones apuntan a fortalecer el rol del puerto como centro logístico competitivo.
Uno de los principales desafíos sigue siendo el dragado del Riacho Barranqueras, necesario para garantizar la navegabilidad constante y ampliar la capacidad operativa. Empresas como YPF han colaborado en tareas de dragado parcial, mientras se proyecta un esquema de mantenimiento continuo para evitar interrupciones en la operatoria.
El puerto también está integrando su logística con el sistema ferroviario y rutas terrestres, buscando una mayor eficiencia en el transporte de productos como soja, madera y otros bienes regionales, altamente demandados en el mercado internacional.
Asimismo, se están desarrollando vínculos comerciales con Paraguay y Chile para impulsar el intercambio transfronterizo, consolidando al puerto como una pieza clave en el desarrollo de cadenas de valor regionales y exportación.
Con estas iniciativas, Barranqueras apunta a posicionarse nuevamente como un motor económico regional, con impacto directo en la competitividad del comercio del noreste argentino.
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