Uno de los distritos más afectados es el de Santa Fe, donde los departamentos del norte ven golpeadas su producción agropecuaria e incluso peligra el abastecimiento de agua. Jorge Mercau, presidente de la Sociedad Rural de Tostado, detalló para radio UNO que en esa zona hay entre 3.000 y 4.000 vacas muertas por la falta de lluvias. "La única solución inmediata para un tercio del departamento es que Santiago del Estero abra las compuertas del río y que tengamos caudal normal", señaló.
El Río Ceballos, en Córdoba, está en Emergencia del Sistema de Provisión de Agua Potable, por lo que en esa región se prohíbe llenar piletas, lavar vehículos o realizar riegos, mientras el consumo de agua crece por las altas temperaturas. La Bolsa de Comercio de Córdoba estimó que la sequía provocó la pérdida de 900 millones de dólares por la recaudación de cosecha fina, con respecto a los valores de la anterior campaña.
En la provincia de Salta, este martes se reunieron productores del sector ganadero con el ministro provincial de Producción y Desarrollo Sustentable, Martín de los Ríos, para analizar la declaración de la emergencia agropecuaria. El funcionario admitió que "la situación meteorológica no se regulariza" y apuntó que los feedlot tienen rentabilidad negativa junto con las consecuencias que están padeciendo los pequeños y medianos productores.
Mientras que se informó que 6,09% de la provincia está tomada por sequías severas y moderadas, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos sostuvo que “el efecto que esta situación tendrá sobre la producción de granos a nivel nacional es bastante obvio", señalando que se atrasarán las siembres y que transitan "un escenario de extrema austeridad en los niveles de producción”.
El estrés hídrico, que amenaza con la posibilidad de incendios, afecta también a la provincia de Corrientes. Un estudio del INTA en esa provincia determinó que hay un total de 10.543 hectáreas de producción forestal fuertemente afectadas. El gobernador Gustavo Valdés prorrogó hasta julio del 2023 la Emergencia Agropecuaria, que implica una postergación en los vencimientos de impuestos y créditos provinciales y asistencias dispuestas por el Ministerio de Producción Nacional.
"No se pudo sembrar casi nada y las fechas de la ventana más óptima se nos van, entonces entramos en una cuenta regresiva que nos preocupa porque lo que está sembrado queda comprometido y lo que no se pudo sembrar está pendiente sin saber si las lluvias ayudarán a completar la superficie”, indicó a La Gaceta de Tucumán Roberto Palomo, dirigente de Apronor. Se estima que en Tucumán lloverá a partir de la segunda quincena.
En Formosa, los departamentos de la zona oeste son los más afectados. "Tuvimos algunas lluvias parciales que no alcanzaron a cubrir todos los requerimientos pero sí a paliar la sequía", aseguró Alfredo Maglietti, presidente de la Sociedad Rural de la provincia, para el diario El Comercial. Entre las complicaciones que provoca la sequía, indicó que no se limita a "la falta de pastura sino también porque los pozos desde donde se proveía el agua para la hacienda están secos".
En Chaco, el gobernador Jorge Capitanich se refirió al complejo escenario ambiental que atraviesa la provincia, basado en la sequía, las temperaturas extremas y el bajo caudal de los ríos. Así, consideró que se trata de una emergencia productiva que afecta a la agricultura y a la ganadería, ígnea en virtud de la expansión de la detección de focos de incendio e hídrica para la provisión de agua para consumo humano como así también para consumo productivo, principalmente de animales.
Tras encarar distintas reuniones con la entidades del sector agropecuario como con los distintos organismos provinciales vinculados a los sectores en crisis, como la Administración Provincial del Agua y la empresa Sameep, el mandatario chaqueño detalló que en distintas departamentos, regiones y zonas productivas "el déficit hídrico ha sido en promedio 35% menos", teniendo en cuenta el régimen de lluvia y el acumulado en más de tres años. "Eso significa una afección en el perfil de suelo, lo que genera un impacto en la agricultura, pero también en la ganadería porque lo que estamos observando es que las perforaciones son insuficientes o el agua que sale es de mala calidad y eso afecta el nivel de producción del líquido para el ganado", trazó en diálogo con radio Provincia.
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