El Shopping Sarmiento fue uno de los lugares afectados por el cierre obligado en la provincia a partir del decreto que dispuso el aislamiento social obligatorio a partir del 18 de marzo. Con casi un mes de inactividad, el gerente de la empresa, Martín Paz, dio cuenta de la situación que atraviesa el sector y ofreció detalles de un protocolo que ya está elaborado para cuando las autoridades provinciales y nacionales permitan la reapertura de este tipo de centros de compra.
Dentro del shopping trabajan unas 300 personas en los 90 comercios en funcionamiento y en la propia empresa que gerencia el centro de compras. “Son muchas familias que dependen de un ingreso mensual de ese empleo”, resaltó Paz. Asimismo, marcó que existen otras actividades vinculadas, con empleo indirecto, que se ven afectadas por el cierre del centro de compras como limpieza, seguridad, mantenimiento, entrega de mercaderías, provisión de insumos, fumigación, entre otras.
En cuanto al pago de salarios, destacó que los empleados del shopping (de la estructura gerenciadora) cobraron marzo en tiempo y forma pese a que durante medio mes la actividad estuvo paralizada. “Estamos haciendo lo imposible, dentro de las medidas que implementa el gobierno, para garantizar el sueldo de este mes de abril”, indicó. “Hay muchos comercios donde la preocupación es muy grande porque a los comerciantes, sin ingresos, se les hace muy difícil afrontar salarios”, advirtió.
El shopping instalado en Resistencia forma parte de la Cámara Argentina de Shoppings Centers, que integra a su vez de la Cámara Argentina de Comercio y la CAME.
“Antes del 13 de abril, previendo que era una fecha en que podía reactivarse la actividad, la Cámara Argentina de Shoppings Centers elaboró un protocolo de operación que prevé mecanismos de contingencia específicos para reducir las posibilidades de contagio de COVID-19, con control de cantidad de personas que acceden, para conservar 2 metros de distancia entre cada individuo, controles de temperatura en los accesos y otras medidas de bioseguridad que ya formarán parte de nuestra guía cotidiana de acá en más porque la situación perdurará por mucho tiempo”, enumeró el gerente.
Paz resaltó que los centros de compras tienen como ventaja, frente al comercio en la vía pública, la posibilidad de organizarse y controlar con mayor eficiencia, con personal que trabaja permanentemente en la limpieza de los espacios públicos. “Podemos responder con personal propio a las cuestiones de bioseguridad y seguridad”, resaltó.
“Entendemos que, pese a ser un lugar de aglomeración, si se toman las medidas necesarias, eso puede ser controlado, lo que es muy fácil verificando las cámaras de seguridad. Es más fácil que en la calle”, contrastó.
Otras alternativas expuestas por el gerente pasan por “regular el tránsito del acceso por días y terminaciones de DNI de los clientes, buscando maneras de reducir la cantidad de gente en tránsito”. “Creo que el espíritu de las normas del gobierno no pasa por restringir la actividad comercial, sino que se ven obligados a poner barreras para hacer que la gente salga de manera ordenada y que no existan concentraciones. Es necesario respetar eso como sociedad y ser conscientes de que salir innecesariamente no ayuda”, subrayó Paz.
Por último, destacó el contacto permanente con el ministro de Producción, Industria y Empleo, Sebastián Lifton. “Es depositario de todas las propuestas. Deberemos tener paciencia y colaborar. La idea del gobierno provincial y de los comerciantes es superar esto de la mejor manera posible. Por eso hay que sumar esfuerzos entre todos”, concluyó.
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