En el relevamiento de las 19 economías regionales monitoreadas por el área de Economía de Coninagro, con cifras que corresponden al mes de mayo, se destaca la continua suba de costos y siguen viéndose las bajas productivas por el clima desde principios de año.
Los productores buscan amortiguar estos efectos con cambios en los planteos para ahorrar insumos y llegar al momento de cosecha o faena. Los precios corren a la par de la inflación y los costos aproximadamente 20 puntos por encima del año pasado. En resumen, sigue siendo un momento delicado para las producciones regionales.
La falta de mano de obra y la restricción a las importaciones condicionan el desarrollo de las economías regionales. Las producciones regionales no pueden aprovechar los buenos precios reinantes para varios de sus productos por problemas derivados de las restricciones a las importaciones impuestas por el gobierno nacional, por falta de mano de obra o por la sequía que afecta a varias zonas productivas.
En ese contexto y de acuerdo con el semáforo de las producciones que elabora Coninagro, la lechería, la producción de mandioca, de yerba mate y la industria forestal se ven afectadas de distinta manera por estas situaciones.
Al respecto, Manfredo Seifert, productor cooperativo de Misiones y consejero de Coninagro advirtió que con las anunciadas restricciones a las importaciones, el sector de la producción forestal está “corriendo serios riesgos en determinadas industrias que requieren insumos importados para sus procesos de agregado de valor”.
En el caso de la producción yerbatera, afectada también por el déficit hídrico durante el verano, se suma la falta de mano de obra que impacta fuertemente en la actividad retrasando la cosecha.
Si bien el sector está reaccionando de “forma muy acelerada” introduciendo tecnología en los procesos para mitigar la falta de mano de obra, “lamentablemente la demanda de cosechadoras es más alta que la capacidad de la industria metalmecánica para producirlas”, razonó.
La mandioca es otro sector productivo que a pesar de contar con buenos precios afronta “serios problemas con la producción cosechada” por efecto de la sequía reinante que provocó que “cayeran fuertemente la productividad y los cultivos”, indicó Seifert.
En esa dirección, a los problemas descritos, se suma también la dificultad para conseguir mano de obra lo que genera un “atraso muy importante en la cosecha y que va a impactar próximamente en el precio del almidón de mandioca en el mercado”, anticipó.
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