La reciente medida del Gobierno nacional que suspendió temporalmente las retenciones generó una fuerte reacción en los mercados: caída abrupta del dólar financiero, liquidación acelerada de divisas y recuperación de los bonos soberanos. Sin embargo, la economía real sigue mostrando señales de estancamiento.
Así lo analizó el magíster en Finanzas y cofundador de Catalaxia, Marcelo Lezcano. Según explicó, el decreto presidencial que fijó un cupo de 7.000 millones de dólares en exportaciones con retenciones a 0% provocó una liquidación inmediata del sector agroexportador, generando un alivio momentáneo en el mercado cambiario.
“El decreto decía: 0% hasta el 31 de octubre o 7.000 millones de dólares, lo que ocurra primero. Y parece que el cupo ya se llenó muy rápido”, señaló Lezcano. “Esto significa una inyección importante de divisas en el mercado cambiario”.
El impacto fue contundente: el dólar contado con liquidación bajó de casi $ 1.550 a $ 1.388 en apenas unos días, mientras que los bonos soberanos pasaron de cotizar en torno a 45 puntos a cerrar cerca de 58.
A pesar de la reacción positiva del mercado, el analista advirtió que este movimiento se apoya más en expectativas que en fundamentos sólidos. “El precio bajó solamente por expectativa. Si el Gobierno mantiene a rajatabla la emisión monetaria, esos dólares van a ser significativos y podemos tener un tipo de cambio más estable en los próximos meses. Si no, será pan para hoy y hambre para mañana”, alertó.
En cuanto al comportamiento del consumidor, Lezcano observó un cambio respecto de 2023. “El año pasado, con una inflación creciente, la gente se stockeaba de alimentos; ahora compra sólo lo necesario, porque los precios vienen más estables y porque además se sumaron aumentos en tarifas como transporte, luz y gas”.
Desde la perspectiva macroeconómica, el especialista fue cauteloso: “La economía está bastante estancada en lo que va del año. Hay un rebote respecto del año pasado, pero 2023 tampoco fue un buen año”.
Sin embargo, consideró que las condiciones actuales podrían favorecer cierta recuperación a nivel microeconómico: la baja del dólar y de la tasa de interés podrían actuar como estímulo tanto para el consumo como para el sector privado.
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