Según se supo, desde Buenos Aires la central de monitoreo detectó que un hombre realizaba movimientos sospechoso dentro del cajero de la sucursal del Banco Macro, ubicado en San Martín al 2400 (ciudad de Santa Fe), y dejó instalado un aparato. Posteriormente, personal de la sucursal del banco dio aviso a la Central de Emergencias 911. Al llegar al lugar, los oficiales verificaron el cajero y procedieron a retirar el dispositivo. Luego, cerraron el cajero para realizar peritajes correspondientes. Finalmente, trascendió que el dispositivo contaba con tres cámaras de filmación.
Por segunda vez en la misma semana, personal del mismo banco céntrico de la ciudad detectó a través de los sistemas de seguridad a un sujeto instalando un dispositivo para captar y robar datos de tarjetas en un cajero automático. Como la vez anterior, cámaras de monitoreo notaron la presencia de un hombre con movimientos sospechosos en el interior del cajero.
Se dio aviso a la policía y en el interior del cubículo se halló un dispositivo electrónico conocido como skimmer, un aparato para clonar tarjetas y robar datos de las mismas.
¿Qué es un Skimmer?
En el mundo del cibercrimen, se conoce como “skimmer” a los criminales especialistas en robar datos de tarjetas de crédito y débito a través del uso de un hardware instalado en los cajeros automáticos. Existen diversas técnicas, pero se puede decir que todas coinciden en que buscan obtener el mismo tipo de información: número completo de la tarjeta y clave personal.
En el caso conocido en la ciudad de Santa Fe, el delincuente buscaba instalar una cámara diminuta muy cerca del teclado, para así poder monitorear los números digitados por las víctimas, es decir, las claves de seguridad.
A su vez, los “Skimmers” instalan una segunda ranura en donde colocar la tarjeta, por encima de la original (y casi imperceptible para el usuario). De esta forma, obtienen los números completos de la tarjeta.
¿Cómo protegerse?
Mira atentamente el cajero automático antes de realizar la operación y evita insertar la tarjeta en ranuras que estén torcidas, de color atípico o que no presenten la típica luz parpadeante que indica que ya se puede insertar un nuevo plástico.
Cubrí la mano con la que insertas tu clave personal con tu otra mano: de esta forma, si existe una cámara espía, no podrá captar qué digitaste.
Revisa periódicamente tu resumen de cuenta y últimos movimientos: si no conoces alguna de las compras hechas, comunícate inmediatamente con tu banco.