Desde su rol en el sector privado, Delbón valoró los programas provinciales orientados a fomentar la producción y la reducción impositiva, así como la digitalización de trámites ante organismos públicos. No obstante, subrayó que la clave está en dejar de depender de los vaivenes políticos y apostar por una base económica sólida: más producción, más industria y más empleo privado formal para garantizar la viabilidad a largo plazo.
En ese contexto, el dirigente cuestionó los efectos del ajuste nacional, que provocó una fuerte caída del consumo y la reducción de empleo público, y alertó sobre el impacto negativo de la apertura indiscriminada de importaciones. “Puede bajar la inflación en el corto plazo, pero destruye empleo y hace inviable la competencia para las empresas locales, que ya soportan una altísima presión fiscal”, aseguró.
Para navegar este escenario desafiante, Delbón instó a los empresarios chaqueños a repensar la gestión financiera de sus negocios, priorizando liquidez por sobre el stock, e incorporar herramientas como la inteligencia artificial para ganar eficiencia. Aunque reconoció que esto puede reemplazar ciertos puestos laborales, insistió en que la transformación tecnológica es ineludible.
Finalmente, remarcó que sin inversión en infraestructura —rutas, logística ferroviaria, conectividad— el agro y la industria seguirán limitados en su capacidad de expansión. “No hay modelo productivo posible sin presencia del Estado para corregir desequilibrios regionales. Y hoy no veo una solución de corto plazo”, concluyó, dejando una advertencia clara para quienes buscan sostener sus negocios en un entorno cambiante.