De silobolsas a soluciones
Los residuos plásticos provenientes de bidones y silobolsas son un problema ambiental en crecimiento. En muchas zonas rurales, estos desechos terminan quemados o mezclados con residuos urbanos, generando contaminación y riesgos para la salud.
Pampa Limpia Argentina, con bases en Presidencia Roca y Pampa del Infierno, dos puntos estratégicos en el Chaco, propone un modelo de economía circular que ya muestra resultados: más de 1.000.000 de kilogramos de plástico recuperado desde su inicio.
Pero no solo se trata de reciclaje: el proyecto apuesta por la revalorización de estos materiales y su reinserción en el sistema productivo, generando nuevos productos y oportunidades, y ayudando a resolver una problemática histórica del campo argentino.
“La misión siempre fue clara: cuidar el medio ambiente y apostar por el desarrollo sostenible mediante la gestión de residuos plásticos del agro y la industria”, explicó Mastandrea en una entrevista con Agroperfiles Radio.
Impacto local con sello chaqueño
Además del impacto ambiental, Pampa Limpia busca fomentar el desarrollo local: crea empleo con mano de obra chaqueña, promueve el arraigo laboral y mejora la calidad de vida en comunidades rurales.
“Cada kilo de plástico que no termina quemado o enterrado, significa menos contaminación y más trabajo para nuestros pueblos”, remarcan desde la empresa.
Tecnología, educación y futuro
El próximo paso de Pampa Limpia apunta a las nuevas generaciones. En alianza con la Subsecretaría de Ambiente del Chaco y la empresa Trigenus, la compañía lanzará un proyecto piloto educativo en el marco del programa Instituciones Circulares.
Este proyecto incluirá una plataforma tecnológica para la trazabilidad y logística de los residuos sólidos urbanos en escuelas, promoviendo la educación ambiental y el aprendizaje de procesos sostenibles desde la infancia.
Un modelo replicable
Con un enfoque que combina innovación, compromiso social y desarrollo sostenible, Pampa Limpia Argentina se posiciona como un modelo de gestión ambiental que podría replicarse en otras regiones del país.
En un mundo que pide a gritos acciones concretas por el planeta, este emprendimiento chaqueño demuestra que transformar el problema en oportunidad sí es posible.