Aunque China absorbe entre el 70% y 75% de la carne exportada, el verdadero desafío es penetrar el nicho premium de ese mercado, que agrupa a más de 150 millones de consumidores con alto poder adquisitivo.
La posibilidad de ampliar las exportaciones a través de nichos religiosos como kosher y halal cobra relevancia. En EE.UU., por ejemplo, se negocia superar el cupo de 20.000 toneladas para cortes premium bajo certificaciones especiales.
A pesar del avance genético, la productividad de base sigue limitada. Argentina tiene más de 20 millones de vacas pero produce apenas 13 a 14 millones de terneros al año. “Esto no se corrige sin mejorar manejo, sanidad y gestión del rodeo. Además, el bajo peso de faena limita el potencial comercial”, advirtió en diálogo con Agroperfiles, Jorge Grinberg (productor ganadero e integrante del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina), quien insiste en que una mejora permitiría abastecer tanto al mercado interno como externo con más eficiencia.
Una reciente medida china encendió alertas en el sector exportador: el gigante asiático implementó salvaguardas que podrían afectar el ingreso de carne argentina. El IPCVA respondió con estudios jurídicos y mostró transparencia operativa ante una delegación oficial. “Defendimos nuestra competitividad y mostramos cómo trabajamos en frigoríficos y campos. Esperamos que las exportaciones no se vean afectadas”, cerró Grinberg.