Este cambio se produce en un contexto de fuerte caída general en la producción (más del 30% respecto al año anterior) y de conflicto entre pequeños productores misioneros y el sector industrial por los bajos precios ofrecidos. Mientras en Misiones se retuvo hoja verde como medida de protesta, en Corrientes, donde predominan las grandes empresas yerbateras, la cosecha se mantuvo activa, inclinando la balanza productiva.
La situación también evidencia las tensiones dentro del mercado yerbatero en el primer año de desregulación del sector. Aunque el volumen cosechado en este trimestre cubre apenas un mes del consumo interno, muchos pequeños productores prefirieron no cosechar ante precios bajos que no justifican el esfuerzo.
Analistas coinciden en que la cosecha gruesa de invierno podría revertir los números, pero este hito ya marca un cambio de tendencia que plantea nuevos desafíos y oportunidades para el mapa productivo de la yerba mate en el país.