Kohan, quien recientemente brindó una conferencia en Resistencia invitado por la Federación Económica y la Cámara de Comercio, señaló que Argentina atraviesa un proceso de "ajuste muy severo", necesario para reducir el déficit fiscal y evitar recurrir a la emisión monetaria o a un endeudamiento insostenible. "El ajuste tiene que continuar", advirtió, haciendo énfasis en que esto implica aumentos en tarifas y dificultades para reducir impuestos, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.
El economista reconoció que, aunque se logró cierta estabilidad en la cotización del dólar y una baja en la inflación de algunos rubros como los alimentos, los salarios continúan perdiendo poder adquisitivo frente al incremento de los costos en servicios públicos como agua, luz y transporte.
"Cada vez hay más porción del ingreso que se destina a estos servicios", lamentó Kohan, destacando que esta situación golpea especialmente a los sectores productivos como las pymes, la industria y el agro, que enfrentan altos costos y un atraso cambiario que perjudica su rentabilidad.
También hizo hincapié en la diferencia de percepción del rol del Estado desde la perspectiva de Buenos Aires en comparación con las provincias del norte del país, donde gran parte de la economía local depende del sector público. "El 70% del ingreso de la gente en estas regiones está vinculado directa o indirectamente al Estado", explicó, sugiriendo que cualquier ajuste fiscal debe considerar este contexto para evitar un impacto desproporcionado en las economías regionales.
De cara al futuro, Kohan expresó un moderado optimismo: "la mayoría de los consultores económicos prevén un crecimiento de entre 3% y 5% el próximo año, aunque este crecimiento será dispar y no necesariamente signifique un alivio inmediato para la población". Sin embargo, destacó que el presidente Javier Milei, con su "convicción inédita" en reducir el déficit fiscal, podría sostener el ajuste incluso en un año electoral, algo que, según Kohan, no se vio en gobiernos anteriores.
En cuanto al panorama político, Kohan advirtió que si bien el actual Gobierno logró contener la inflación y mantener cierta estabilidad cambiaria, el desafío será consolidar estas políticas sin perder el apoyo social. "Los primeros 10 meses de un gobierno suelen ser más fáciles, pero los procesos deben evaluarse con mayor perspectiva", reflexionó, destacando que la clave estará en la capacidad del Presidente para mantener la disciplina fiscal y ganarse la confianza de los inversores, tanto nacionales como internacionales.
Finalmente, Kohan subrayó que, a pesar de las dificultades, es fundamental mantener la esperanza y la paciencia, ya que una estabilidad macroeconómica sostenida podría eventualmente traducirse en un mayor acceso al crédito y una recuperación del empleo. "Ojalá que esta vez, el proyecto político y económico que está en marcha no sea solo un intervalo entre modelos estatistas, sino que tenga un horizonte de futuro más sólido", concluyó.