Las 7 Maravillas Naturales Argentinas son las siguientes: las Salinas Grandes (Jujuy); el Glaciar Perito Moreno (ubicado en el Parque Nacional Los Glaciares, en Santa Cruz); el Parque Nacional Talampaya (La Rioja); la Selva Misionera (Misiones); el Parque Nacional Nahuel Huapi (Neuquén y Río Negro), el Bañado de La Estrella (Formosa) y el Río Mina Clavero (Córdoba).
Los 7 lugares elegidos tienen la misma categoría, es decir que no hay un “primero” ni un “séptimo” porque a todos les es inherente la belleza escénica, la biodiversidad y el ostentar un paisaje único, algunos de los parámetros utilizados a la hora de ser elegidos.
“Ha sido una gran campaña de más de un año de trabajo”, explica Carlos Giménez Vetere, director general de la organización Siete Maravillas Argentinas. “Uno de los lemas de la campaña fue ´Conocer para preservar´, porque solo se puede cuidar aquello que se conoce y que se valora y, a través de estas Maravillas, es posible descubrir y proteger la Argentina profunda, y que nuestros descendientes puedan disfrutar de este importantísimo patrimonio”.
Los otros dos ejes de la campaña fueron la votación popular (todo ciudadano argentino podía votar y se reunieron más de un millón de votos) y el sentido de pertenencia y de unión entre todos los argentinos. “En Argentina solemos vivir con una sombra de desánimo y pensando qué va a pasar en el futuro que siempre aparece incierto”, reflexiona Giménez Vetere. “Estas Maravillas nos demuestran que la Argentina tiene mucho para ofrecerle al mundo y es por eso que se darán a conocer en todo el planeta”.
Por su lado Daniel Weigandt, director de Contenidos de la Campaña, sostiene que este reconocimiento es importantísimo para los todos los destinos seleccionados. “Luego de que en 2011 las Cataratas fueron declaradas Maravilla Natural del Mundo, el destino pasó de recibir 700.000 visitantes a casi 2 millones, se duplicaron las camas en Iguazú, el aeropuerto pasó a tener escala internacional y pronto contará con vuelos directos desde Madrid y Londres sin pasar por Buenos Aires”.
Así, este “sello” que fomenta el turismo funciona como motor para la economía local y como generador de puestos de trabajo, con el mensaje de que el desarrollo debe realizarse conservando los recursos naturales para así garantizar el cuidado de la biodiversidad, que es su mayor patrimonio.
Las 7 Maravillas Naturales Argentinas son un factor de atracción para el turismo extranjero (siempre en busca de lugares nuevos y con naturaleza bien conservada) y, a la vez, representan una oportunidad para que los argentinos nos asomemos a una parte de nuestro territorio muchas veces desconocido.